Mafia italiana facturó casi 22 millones en 2017 con la agricultura

La mafia italiana facturó 21.800 millones de euros en el sector agrícola durante el 2017, un aumento del 30%, según estimaciones de Coldiretti, uno de los principales sindicatos agrícolas de Italia."La producción, el transporte, la distribución y la venta" de productos alimenticios se ha convertido en uno de los negocios más rentables para el crimen organizado, denunció Coldiretti.El informe fue divulgado con ocasión del Día de la Memoria de las Víctimas de la Mafia.Los llamados clanes de la "agro mafia" se benefician de las consecuencias de la recesión que vivió el país y suelen utilizar como método el fraude, los sobornos, el etiquetado falso de productos, el sacrificio ilegal de animales y esclavizar a campesinos y emigrantes con sueldos miserables."Las mafias condicionan el mercado agroalimentario estableciendo los precios de la cosecha, gestionando el transporte y la distribución, controlando cadenas enteras de supermercados", explica el informe.El crimen organizado "destruye la competencia y el libre mercado, sofoca a los empresarios honestos y compromete seriamente la calidad y seguridad de los productos", denunció Coldiretti."La industria agroalimentaria italiana se ha convertido en el área de inversión prioritaria para el crimen organizado, que aprovecha su naturaleza estratégica", concluye el estudio.En enero, las autoridades italianas anunciaron una ofensiva contra la 'Ndrangheta, la mafia de Calabria, que ha puesto sus manos en casi todos los sectores que les podían ofrecer beneficios: desde la producción de pan, a la acogida de inmigrantes pasando por el suministro de vino, queso y aceite de oliva.La temida organización se ha expandido del sur de la península a las grandes ciudades del norte, como Roma y Milán, así como a diversos países europeos, entre ellos Alemania, Francia, Bélgica y España, según la organización antimafia Libera.En Italia suele infiltrar las administraciones locales con el objetivo de contar con funcionarios que les facilitan ganar subastas y licitaciones de obras públicas, otro sector que les produce elevadas ganancias.