Las autoridades nicaragüenses se niegan a decretar cuarentena, cerrar las fronteras y, por el contrario, han promovido actividades masivas, exponiendo a la población a contagios./AFP.
Asociaciones médicas de Nicaragua criticaron este viernes "la injusta política de secretismo" del gobierno de Daniel Ortega en el sistema de salud, en medio de "la mayor crisis sanitaria" por la pandemia de la covid-19.Los médicos se pronunciaron luego de que el reconocido infectólogo Carlos Quant, quien trabajó por 20 años en un hospital público, fuera despedido por criticar la falta de medidas para controlar la pandemia.El despido del especialista "deja en evidencia el total irrespeto a los derechos humanos y laborales del personal de salud, que se ve sometido a la injusta política del secretismo y manipulación de la información", denunciaron 32 asociaciones médicas en un comunicado.Según ellas, Quant es "uno de los profesionales médicos de mayor reputación científica y académica" de Nicaragua, y su salida tiene la intención de evitar que el personal sanitario informe sobre la magnitud del peligro del virus.Según cifras oficiales, unas 1.118 personas han contraído el nuevo coronavirus en Nicaragua, de las cuales 46 han fallecido entre el 18 de marzo y el 2 de junio.Sin embargo, el independiente Observatorio Ciudadano, conformado por médicos y redes comunitarias, contabiliza 4.217 posibles casos de covid-19 y 980 muertes asociadas al virus hasta el 30 de mayo.Las autoridades nicaragüenses se niegan a decretar cuarentena, cerrar las fronteras y, por el contrario, han promovido actividades masivas, exponiendo a la población a contagios.Médicos han dicho que no se les garantiza una adecuada protección para atender a pacientes infectados, y muchos deben comprar sus propios equipos o usar plásticos para protegerse.Nicaragua se encuentra en una fase ascendente de transmisión comunitaria del virus, según la Organización Panamericana de la Salud (OPS), que advirtió esta semana que será "difícil" de controlar la pandemia sin medidas de contención.En lunes, las asociaciones médicas llamaron a la población a una cuarentena voluntaria, pero su acatamiento ha sido difícil para gran parte de la población, que depende de trabajos informales para obtener ingresos.En abril, el gobierno inició una tímida campaña de prevención en sus medios de comunicación, pero al mismo tiempo no ha dejado de promover actividades públicas que provocan la aglomeración de personas.