Menos del 3 % de los jóvenes tiene trabajo estable
Los efectos de la pandemia en la economía han complicado la situación laboral de los jóvenes, pero no es el único problema por superar. Falta de experiencia, discriminación por el lugar de residencia y desconexión con la demanda laboral complican el primer empleo.
Según los resultados del estudio "Diagnóstico sobre la situación del trabajo decente para jóvenes en Guatemala, Perú y El Salvador, y propuestas para promoverlo”, además de deficiencias en acceso al empleo, los jóvenes salvadoreños enfrentan grandes dificultades para tener uno estable.
Se estima que en El Salvador solo el 19.1 % de los jóvenes tiene empleo, pero que solo el 2.3 % tiene uno estable y con acceso a seguridad social, esto tanto en el sector privado como en el público.
Los datos fueron obtenidos por una encuesta en el marco del proyecto regional "Emplea-T: trabajo justo y seguro para todos”, desarrollado por el asocio entre Plan Internacional y la Asociación Ágape.
Carmen Elena Alemán, directora país de Plan Internacional El Salvador, explicó que el principal objetivo del proyecto es identificar brechas, desafíos y acciones que contribuyan al diseño de un modelo de servicios de empleabilidad inclusivo.
"En El Salvador, de los jóvenes encuestados, solo el 19.7 % contaba con empleo y solo un 2.3 % tiene empleo en el sector público y privado y con seguridad social”, explicó.
Entre los factores que han desmejorado las condiciones de empleabilidad figura el impacto por la pandemia del covid-19 y de la crisis económica derivada de la emergencia sanitaria.
Sin embargo, Alemán reconoció que hombres y mujeres jóvenes enfrentan otros problemas como la falta de experiencia laboral, el hecho de que la demanda de empresas no está necesariamente vinculada con la oferta académica y otros factores que son catalogados como discriminación como vivir en zonas "difíciles” por tema de violencia que se han convertido en un bloqueo para la contratación y otros en materia de género que afectan a las mujeres jóvenes.
El estudio también recalca que las oportunidades laborales están concentradas en la capital y los centros urbanos, lo que deja por fuera a personas jóvenes en las zonas rurales y periurbanas quienes se ven obligados a migrar para buscar un empleo, donde además se ven en desventaja, ya que en muchos casos no cuentan con las competencias laborales necesarias para optar por los cargos.
Romy Escamilla, gerente regional del Proyecto Trabajo Justo y Seguro, explicó que El Salvador tiene dos leyes que datan de 2011 y 2012 que buscan empujar el trabajo juvenil. Una de ellas, la del primer empleo, nunca se puso en marcha aunque se habló de revisarla y actualizarla.
Destacó además que el salario promedio de los jóvenes es de $200 mensuales lo que denota la temporalidad de las plazas en las que laboran.