La gente protesta por un aumento en el precio del combustible ordenado por el gobierno para obtener un préstamo del FMI en Quito el 11 de octubre de 2019. AFP
Policías y manifestantes se han enfrentado durante la marcha que miles de indígenas han realizado este viernes por Quito, en una nueva jornada de protesta contra la reforma económica del Gobierno de Lenín Moreno.Los indígenas han comenzado a avanzar desde la Casa de la Cultura, ubicado en el parque El Arbolito, donde han instalado su cuartel general. La mayoría están en Quito desde principios se semanas, si bien en las últimas horas han llegado más manifestantes procedentes de la Amazonía ecuatoriana.Su intención era avanzar hacia el centro histórica, zona protegida por el estado de excepción que rige desde hace una semana en Ecuador. Algunos manifestantes han intentado superar uno de los cordones policiales en las inmediaciones de la Asamblea Nacional, lo que ha dado lugar a un enfrentamiento en el que los agentes han empleado gases lacrimógenos, según informa la prensa ecuatoriana. El martes, los indígenas ya lograron entrar a la Asamblea Nacional.El origen de las protestas es la reforma económica anunciada por Moreno el pasado 1 de octubre fruto del acuerdo alcanzado con el Fondo Monetario Internacional (FMI) para conseguir una inyección de 4.200 millones de dólares para el país.Los disturbios estallaron dos días después con enfrentamientos entre policías y militares y saqueos, lo que llevó a Moreno a declarar el estado de excepción, que en un principio debía estar vigente 60 días pero el Tribunal Constitucional lo redujo a 30.Moreno ha ofrecido diálogo aclarando que no recuperará el subsidio al combustible, la medida más polémica del conocido popularmente como "paquetazo", y Naciones Unidas y la Conferencia Episcopal se han ofrecido a mediar.Los manifestantes, por su parte, exigen como requisito para sentarse a la mesa de negociaciones que el Gobierno recupere las ayudas públicas a la gasolina y al diésel, a lo que ahora suman otras demandas que incluyen la cancelación del acuerdo con el FMI y el cese de los ministros de Interior y Defensa.Al menos cinco personas han muerto, aunque Gobierno, indígenas y Defensoría del Pueblo difieren en este dato, decenas han resultado heridas y cientos han sido detenidas, incluidos varios extranjeros, muchos de ellos venezolanos.Moreno ha acusado directamente a su antecesor y otrora aliado, Rafael Correa, y a sus socios, incluido el mandatario venezolano, Nicolás Maduro, de orquestar las protestas en un "golpe de Estado". Ambos lo han negado.