Prensa acusa a estrellas de ignorar peticiones de entrevistas en Venecia
La Mostra o Festival de Cine de Venecia se llena de glamour estos días y hasta el 7 de septiembre.
Las grandes estrellas de Hollywood están regresando a la Mostra de Venecia, pero sin arriesgarse a dar entrevistas, denuncian decenas de periodistas acreditados en el festival más antiguo del mundo, preocupados por el futuro de su profesión.
Angelina Jolie, Nicole Kidman, Winona Ryder y Willem Dafoe ya han llegado a Venecia, donde aún se espera la llegada de Brad Pitt, George Clooney o Pedro Almodóvar. Lee además: "Cate Blanchett y Nicole Kidman presentan thrillers eróticos en Venecia".
Sin embargo, las oportunidades para entrevistarlos son cada vez más raras, según han denunciado estos periodistas en una carta abierta con alrededor de un centenar de firmantes, difundida por los medios más importantes del sector, como Variety, Screen o The Hollywood Reporter.
Los "junkets", esas entrevistas cronometradas donde se suceden las estrellas, han prácticamente desaparecido este año, y los periodistas deben conformarse con declaraciones en conferencias de prensa y breves apariciones en la alfombra roja.
Un encargado de prensa internacional que trabaja en una película importante explicó a la AFP que considera esta decisión "lamentable".
Una encargada de prensa francesa explicó por su parte que los espacios para entrevistas ahora tienen un costo inaccesible para los distribuidores franceses, impuesto por las producciones.
Frente al marketing, "el periodismo cinematográfico está en peligro de extinción", temen los autores de la carta, quienes destacan que las entrevistas contribuyen a dar vida a las películas y al amor por el cine.
Esta tendencia a evitar la prensa "ha ido en aumento desde hace un tiempo, también en otros festivales como Cannes o Berlín", lamentan, preocupados especialmente por los ingresos de los periodistas independientes.
Las mismas preocupaciones ya habían surgido en el Festival de Cannes, donde un comunicado sindical denunció la multiplicación de entrevistas exprés de unos pocos minutos donde "nada debe salirse de control", la precariedad del oficio, o las presiones de algunas producciones sobre los periodistas cuyas críticas no hubieran sido de su agrado.