Protejamos a los animales, pero más a las personas

Miércoles 15, Enero 2025 - 5:50 AM

Lo ocurrido lleva a considerar que en el país la cantidad de “perros sin dueño” es superior a los caninos que conviven con familias en calidad de mascotas. Ante ello hacen falta perreras municipales que eviten que los canes anden deambulando por las carreteras, exponiéndose a ser atropellados y arriesgando la vida de conductores y pasajeros.

La noche del fin de semana pasado, en las inmediaciones del kilómetro 26 de la autopista al aeropuerto, en los carriles hacia San Salvador, el conductor de un pick up doble cabina atropelló a un perro. El conductor no pudo evitarlo pues en el carril derecho transitaba un furgón cargado de caña de azúcar y si buscaba evadirlo hacia la izquierda se iba hacia la cuneta y probablemente alguien del pick up hubiera resultado herido o muerto. El conductor frenó cuando el perro apareció repentinamente, pero aún así lo arrolló. Tanto fue el frenazo que tres vehículos estuvieron a punto de chocar, entre ellos el que conducía yo. Los conductores de dos vehículos nos hicimos a un lado, para auxiliar a los pasajeros (dos adolescentes y un niño) que se golpearon dentro del vehículo y al conductor del pick up que casi sufre un colapso y no sabía que hacer. Casualmente una patrulla policial pasó y se detuvo y un agente le dio la debida orientación al conductor (un señor de unos 65 años) para que llevara al perro al hospital veterinario, no obstante, el canino murió en el trayecto. Gracias a Dios el resultado final solo fue la muerte del perro, probablemente callejero, pues los menores de edad golpeados ni siquiera requirieron tratamiento médico. Qué hubiese pasado si el conductor del pick up en un afán de evitar arrollar al perro busca hacia la derecha, seguramente lo rastra lo arrastra y mata a sus ocupantes. Si hubiese decidido buscar hacia la izquierda, se va hacia la cuneta, vuelca y los resultados también hubiesen sido fatales. Si el frenazo hubiese sido un segundo más tarde, los tres vehículos nos hubiéramos visto en un triple accidente con daños materiales y tal vez humanos. Si los policías que se detuvieron hubiesen sido de mala fe se llevan preso al conductor acusado de "maltrato animal” y mínimo pasa seis días encarcelado más el pago de la multa. Lo ocurrido lleva a considerar que en el país la cantidad de "perros sin dueño” es superior a los caninos que conviven con familias en calidad de mascotas. Ante ello hacen falta perreras municipales que eviten que los canes anden deambulando por las carreteras, exponiéndose a ser atropellados y arriesgando la vida de conductores y pasajeros. Se conocen muchos casos de personas que murieron o resultaron lesionados por un accidente generado porque evadieron arrollar a un animal, generalmente perros. No se puede decir que por alta velocidad no pudieron frenar, porque se necesita saber como funciona el sistema mecánico de un vehículo para darse cuenta que aún a baja velocidad no se puede evitar arrollar a un perro si este aparece repentinamente en una curva, en una arteria de velocidad moderada o repentinamente entre vehículos. Hay carreteras donde la cantidad de perros que deambulan es asombrosa. Por ejemplo, la autopista al Aeropuerto, la carretera Litoral, la carretera de Oro, la carretera hacia Acajutla la Troncal del Norte, la Longitudinal del Norte, la calle El Guaje y otras. En esta última, es posible encontrarse por lo menos unos 150 perros en el trayecto de cuatro o cinco kilómetros. Hace un par de años un vehículo se fue al barranco porque su conductor evadió atropellar a un perro y como resultado sus dos piernas resultaron con graves fracturas y su esposa murió meses después como consecuencia da las lesiones. Hace algunas semanas se hizo viral el accidente que sufrió un motociclista luego que un perro se le atravesara intempestivamente sobre la alameda Juan Pablo Segundo, en pleno San Salvador. Pese a las imágenes captadas por las cámaras de seguridad, hubo gente que probablemente nunca ha conducido un automóvil o una motocicleta, que culpaban al motociclista que resultó lesionado más los daños de su vehículo. La mayoría, con criterio sensato, opinaba que el dueño de can debería correr con los gastos de reparación de la motocicleta y el período de sanación de las lesiones del motociclista. Y así, muchos accidentes de fatales consecuencias ocurren en las carreteras de todo el país a raíz de los animales que deambulan (equinos, bovinos, porcinos, mininos, caninos, etc.), algunos con dueños y otros (los perros especialmente) callejeros. Por supuesto que a los animales hay que protegerlos, pero antes se debe proteger la vida de las personas y para ello se debe hacer obligatorios las perreras municipales. Además, se debe sancionar a los dueños de mascotas que, sin ningún control o supervisión, deambulan en las calles. Un perro atropellado en una carretera de alto tráfico no es sinónimo de maltrato animal, al menos a los conductores debe exonerárseles, sin embargo, Más bien son casos de maltrato de sus propietarios que no los cuidan y permiten que deambulen en las carreteras y vías para el tráfico vehicular donde pueden ser atropellados y generar graves accidentes. Desde que entró en vigencia la Ley de Protección Animal, son cientos de personas las que han sido capturadas y procesadas por el delito de maltrato animal por haber atropellado en plena carretera rápida a un animal callejero. Hay que entender que maltrato animal es un delito detestable, pero ocurre cuando hay atropellamiento intencional, cuando se les mantiene estresado por encadenamiento, cuando se les pone a pelear, cuando no se les brinda alimentación, cuando hay un comportamiento irracional hacia los animales para causarles sufrimiento, cuando hay abuso de cualquier tipo o forma, cuando se les abandona o no se les brinda la salud necesaria y otras conductas inapropiadas hacia nuestras mascotas. Definitivamente las perreras municipales son necesarias para evitar accidentes y proteger a las personas que pueden ser atacadas por el instinto del animal . Recordemos que hace unos 15 años una jauría de perros callejeros rabiosos atacó a varias personas en un municipio de La Unión, quienes tuvieron que ser sometidas a un tratamiento médico para salvarles la vida. } En una perrera municipal se puede garantizar un buen trato a los animales. Buena alimentación, tratamiento sanitario, ambiente propicio y crear condiciones para ser adoptados como mascotas en hogares donde serán cuidados... Protejamos a los animales, pero también y prioritariamente a las personas. • Jaime Ulises Marinero es periodista