Renovarán el 33 % del parque cafetero con crédito del BID
Del crédito del BID, por $45 millones, se destinarán $25.5 millones para renovar el parque cafetero con variedades resistentes.
El Ministerio de Agricultura y Ganadería (MAG) anunció que utilizará parte del crédito de $45 millones del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) para renovar el 33 % del parque cafetero, considerado el pulmón ambiental de El Salvador.
El crédito fue aprobado el martes por la noche por la Asamblea Legislativa, con 78 votos a favor, destinado a crear resiliencia del parque cafetero ante el cambio climático, así como la renovación a variedades resistentes de enfermedades.
David Martínez, titular del MAG, detalló que se destinarán $25.5 millones para renovar el parque cafetero con variedades resistentes al cambio climático, $10 millones serán para la creación de un instituto científico e investigación, y $6 millones se utilizarán para una nueva estrategia comercial del café salvadoreño.
"Con estos $45 millones, vamos a renovar el 33 % del bosque cafetalero. Es decir, vamos a enfocarnos en pequeños productores”, señaló el titular del MAG.
Con la renovación del parque cafetero se espera beneficiar a 8,000 productores de café de las regiones Apaneca, Ilamatepec, El Bálsamo y Chinchontepec, sumó .
Un respiro en la crisis.
En El Salvador cerca del 44 % del bosque nacional está conformado por el parque cafetalero, conformado en un 80 % por sistemas agroforestales de alta biomasa y diversidad.
Sin embargo, según detalló el MAG, en los últimos cuatro años se perdieron 22,000 hectáreas del bosque cafetero al pasar de 162,000 hectáreas en 2016 a 140,000 en 2020.
Esto ha ocurrido, en parte, porque los productores han decidido abandonar o cortar -incluso quemar- las fincas por la crisis de los bajos precios internacionales que se registra desde 2017, pues no logran vender a valores que les dejen rentabilidad, para pagar sus compromisos de deuda y realizar los trabajos de mantenimiento.
El sector caficultor también se encuentra ahogado en deudas con las instituciones financieras pues al no poder vender a precios rentables comenzaron a perder perfil crediticio y se enfrentan a embargos de propiedades.
Esta crisis se sumó a los daños que arrastraban los productores por el brote de la roya que sufrió Centroamérica en el ciclo 2012-2013 y que en el caso de El Salvador desplomó la producción de café en más de la mitad, valores que aún no se recuperan.