Fotografía de Uveli Alemán / Diario El Mundo.
Veinte minutos faltaban para las 4:00 de la madrugada cuando llegó el primer cliente a las instalaciones del centro comercial Multiplaza, en Antiguo Cuscatlán, relató uno de los vigilantes del lugar. Como esta persona, cientos de salvadoreños se unieron a la jornada de descuentos que se realiza este Viernes Negro.Este es el noveno año en que los comercios salvadoreños celebran el Viernes Negro, una tradición que nació en Estados Unidos para que las empresas pudieran liquidar sus inventarios viejos, un día después de Acción de Gracias, y abrir paso a la nueva mercadería de la temporada navideña. En años recientes se ha sumado el ciberlunes, que ofrece ofertas en los comercios en línea.Aunque sea una tradición estadounidense, muchos países de Europa y América Latina replican la jornada bajos sus propias características. A esta festividad se suman las diferentes tiendas de venta de vestuario, zapatos, electrodomésticos, de tecnología y hasta de comida o medicina.Una de las tiendas con mayor éxito es la franquicia panameña Pink, especializada en venta de ropa interior femenina, quien recibió su primera cliente antes de las 3:00 de la mañana.Valentina Escobar, gerente de ventas de Pink, relató que a la altura de las 8:00 de la mañana ya habían ingresado a la tienda más de 150 clientes.Las primeras 100 personas tuvieron la oportunidad de comprar panties a sólo $1, cuando el precio normal es de $5 por unidad.Relató que para el Viernes Negro de 2016 la primera cliente, quien puede llegar a cualquier hora el próximo año, "se las ingenió" para ir a la última función del cine y quedarse en el centro comercial para ser la primera cliente.Por su parte, Geovani Martínez, padre de familia de tres niños, contó que llegaron a las 6:00 de la mañana al centro comercial para ser de los primeros en 50 de la cadena de calzado feminino MD, pero a esa hora ya se había agotado el número. Así que se movieron al centro comercial Las Cascadas, donde "estaban más vacío".Luego, regresaron a Multiplaza para incorporase a la fila de los primeros 50 clientes que tendrían hasta 50 % de descuento en la tienda Puma. Entre ambas empresas, contó Martínez, compró cuatro pares de zapatos para cada uno de sus tres hijos, su esposa y él. Después, irían a cotizar las promociones de ropa.