Diversos movimientos y sindicalistas sostienen marcharon en San Salvador este 1 de mayo, a pesar de las advertencias hechas por el ministro de Trabajo, Rolando Castro, quien indicó que habrían capturas durante estas concentraciones, después de vincularlas con grupos en defensa de las pandillas.
Las marchas, que culminaron en la Plaza Cívica Gerardo Barrios del Centro Histórico, cerraron sin mayores inconvenientes, sin arrestos ni presencia policial notoria.
No se registraron incidentes, más allá de la quema de un muñeco "dummy" que simbolizaba al presidente Nayib Bukele, con una camisa celeste del partido Nuevas Ideas.
La primera marcha en salir este día es la de la Confederación de Trabajadores Salvadoreños (CNTS), que partió frente al Ministerio de Hacienda y avanza en este momento sobre el bulevar de Los Héroes.
Otro grupo de personas convocadas por el Bloque de Resistencia y Rebeldía Popular (BPR), que aglutina a 34 organizaciones, salió sobre la Alameda Franklin Delano Roosevelt, frente al Parque Cuscatlán.
Desde la entrada principal de la Universidad de El Salvador salió otro grupo de manifestantes, convocados a través de la Coordinadora de Movimientos Populares.
Durante ninguna de las marchas ocurrieron disturbios que peturbaran el evento. Sin embargo, hubo denuncias previas a las protestas sobre la intervención de militares y policías a buses de personas que se conducían a San Salvador para marchar en contra de las medidas del Gobierno.
Militantes del FMLN también se unieron a un trayecto de la marcha. El secretario general de ese partido, Óscar Ortiz, rechazó la criminalización de la marcha desde el Gobierno.
Las manifestaciones estuvieron acompañadas de pancartas y consignas, pero la afluencia fue menor a la de otras convocatorias realizadas con anterioridad, sobre todo en el caso de protestas contra el Gobierno.
Y es que cientos de sindicalistas, sobre todo empleados públicos, llegaron este 1 de mayo a una convocatoria hecha por el Gobierno salvadoreño en un hotel en San Salvador.