Secretario de la Presidencia asegura Gallegos autorizó ingreso de militares a Asamblea

El secretario jurídico de la Presidencia de la República, Conan Castro, aseguró este lunes que el diputado de GANA, Guillermo Gallegos, autorizó el ingreso de policías y militares al Salón Azul de la Asamblea Legislativa el 9 de febrero.Castro dijo que Gallegos en representación del presidente del Parlamento, Mario Ponce, solicitó la presencia de las fuerzas de seguridad para resguardar a los diputados que se encontraban dentro del Palacio Legislativo , debido a que afuera había una concentración de personas."Él fue quien abrió las puertas, a la orden de él se abrieron las puertas del Palacio Legislativo; no fue que llego el presidente a irrumpir con la policía ni nada de eso (...) él es quien abre las puertas, él es quien autoriza la entrada tanto de la policía como de las Fuerzas Armadas, a solicitud de él para proteger a los señores diputados que encuentran y resguardar el recinto y así como también la invitación a que se siente el señor presidente en la silla", afirmó en la entrevista Diálogo con Ernesto López.Lee también: Director de la PNC a diputado: "Necesitamos la llave del Salón Azul, de lo contrario vamos a tumbar las puertas”En ese sentido, negó que se haya militarizado la Asamblea y reiteró que fue para el resguardo de los diputados y a petición del diputado de GANA.La semana pasada, en una entrevista con Diario El Mundo, el diputado y directivo de la Asamblea Legislativa, Reynaldo López Cardoza, quien es también encargado de seguridad del recinto, al ser consultado si se había identificado a algún diputado o empleado del Parlamento que haya permitido el ingreso de elementos de seguridad; respondió que no, que ninguno de los diputados ordenó la entrada de militares.Sin embargo, señaló que el diputado Gallegos le pidió que abrieran el Salón Azul y que el se responsabilizaría de lo que ocurriera.Diferentes sectores han criticado que el presidente de la República, Nayib Bukele, haya ingresado a la Asamblea acompañado de policías y militares, lo cual ha sido calificado por algunos políticos como un "golpe de Estado".