Trasplantes renales mejoran calidad de vida de pacientes
Lunes 12, Febrero 2018 - 12:01 AM
Roxana Marisol Durán fue diagnosticada con insuficiencia renal en 1993, cuando tenía 15 años. En esa época sabía muy poco la enfermedad, lo que le causó un gran temor y confusión. A pesar de ello los médicos lograron mantenerla estable con medicamentos.Cuando cumplió 18 años ingresó al programa de trasplante renal del Instituto Salvadoreño del Seguro Social (ISSS).Dicho programa fue creado en 1985, con el objetivo de revertir la etapa más avanzada del daño renal. Hasta octubre del año pasado el ISSS realizó 750 trasplantes renales.Un año después de ingresar al programa, su tía le donó uno de sus riñones y la cirugía se realizó el 25 de agosto de 1997. "El trasplante me duró solo nueve años y medio, porque tuve un rechazo por los medicamentos”, reveló Roxana.Entre la angustia y la decepción, se resignó a usar un tratamiento sustitutivo, que se encargaba de desempeñar la función del riñón. Sin embargo, los médicos le dijeron que seguía siendo una candidata ideal para recibir un segundo trasplante.La esperanza regresó y con ello la búsqueda de un nuevo donante. Fue entonces que Marcos Medrano, su amigo del colegio, ofreció donarle un riñón. La cirugía se hizo el 24 de octubre 2007. Al principio todo indicaba que la cirugía no funcionó. Durán pasó una semana en cama esperando que su nuevo riñón cumpliera con su función, es decir, que eliminara los desechos y agua de la sangre en forma de orina. Aunque su fe era grande, los médicos le dijeron que era posible que su cuerpo rechazara el órgano."Me había quedado de lado mirando a la pared, pensaba muchas cosas, cuando una enfermera llegó y me dijo, ‘Roxi está orinando, aquí lo veo en la sonda’. Me hinqué y le daba gracias a Dios por el milagro que había hecho en mí”, dijo.El jefe del programa de trasplante del ISSS, Rafael Chávez, dijo que pese al elevado número de pacientes diagnosticados con enfermedad renal, muchos de ellos no son candidatos a un trasplante, porque sufren de otras complicaciones como hipertensión o diabetes.Anualmente, reciben un promedio de 100 solicitudes de interesados en dar su riñón, no obstante, alrededor de 60 son rechazadas porque no se encuentran sanos y por lo mismo, no son aptos para vivir con un riñón.El ISSS tiene 2,114 pacientes activos con insuficiencia renal que reciben tratamientos, de estos 1,017 reciben hemodiálisis. "Un 40 % de los pacientes en terapia dialítica son candidatos a trasplante renal”, dijo el galeno.
Para el experto, el trasplante renal es la solución a esta enfermedad, porque a pesar que estos pacientes deben tomar medicamentos toda su vida, tienen una vida normal, cosa que no ocurre con aquellos que reciben tratamiento sustitutivo; muchos de ellos abandonan sus trabajos y sus sueños, por permanecer atados a una máquina que les posterga la vida.Chávez también destaca que el trasplante renal resulta más económico que pagar el tratamiento sustitutivo durante años. Explicó que un trasplante cuesta unos $15 mil, el primer año y luego los costos se reducen a $4 mil al año.Mientras que la diálisis y hemodiálisis cuesta un promedio de $14 mil anuales en cada paciente. Dentro del programa de diálisis y hemodiálisis existen pacientes que llevan más de 15 años en tratamiento.El Ministerio de Salud invierte al año unos $25,704,000 millones en el tratamiento para los que han sido diagnosticados con insuficiencia renal.De acuerdo a los datos revelados por el Minsal, el número de pacientes que reciben tratamiento sustitutivo es de 1,836, de estos 1,173 recibe diálisis y 663 hemodiálisis. A diferencia del Seguro Social, esta es la única opción que el Minsal ofrece a estos pacientes, ya que no tiene un programa de trasplantes."No sabemos porque el Minsal no hace trasplantes, sé que están trabajando, están haciendo los protocolos, les hemos ayudado, el objetivo que tienen es realizarlos a partir del segundo semestre de este año, pero tienen una gran cantidad de pacientes”, señaló Chavez.El año pasado, Diario El Mundo publicó que el Minsal cerró el programa de trasplantes renales, pero la institución dijo que aún trabaja en el programa.