La decisión del presidente estadounidense Donald Trump de suspender su viaje a Londres para inaugurar una nueva embajada por considerarla un negocio ruinoso le ahorrará toparse con grandes protestas."La razón por la que cancelé mi viaje a Londres es que no me entusiasma que la administración Obama vendiera la que quizás era la mejor embajada de Londres, y la mejor situada, por calderilla", escribió Trump en Twitter la noche del jueves. "Mal negocio. Querían que cortara la cinta: ¡NO!".Trump atribuyó a su predecesor Barack Obama una decisión que en realidad tomó el gobierno anterior de George W. Bush.El ministro británico de Relaciones Exteriores, Boris Johnson, lamentó la decisión y acusó a los laboristas -concretamente al alcalde de Londres, Sadiq Khan, y al líder del partido, Jeremy Corbyn- de poner en peligro la relación con Estados Unidos por alentar manifestaciones contra Trump."Estados Unidos es el primer inversor en el Reino Unido. Sin embargo, Khan y Corbyn parecen decididos a poner en riesgo esta relación crucial", escribió Johnson en Twitter, describiendo al alcalde como ese "fantoche presumido del ayuntamiento".Un aliado británico de Trump, Nigel Farage, otrora líder del partido antieuropeo UKIP, dijo que la decisión es "decepcionante"."Ha estado en países de todo el mundo y sin embargo no ha estado en el que le es más cercano", explicó en su programa de radio en la cadena LBC. "Quizás", especuló, "no le gustaba el aspecto" que estaba cobrando su visita, añadió, en referencia a las manifestaciones que le preparaba la oposición laborista, principalmente.Las relaciones entre el Reino Unido y Trump se están revelando difíciles. La primera ministra conservadora Theresa May le invitó a realizar una visita de Estado en cuanto él ascendió al poder, anhelando su complicidad cuando el país se apresta a romper con la Unión Europea.Sin embargo, esta visita de Estado -diferente de la de trabajo que Trump suspendió-, no ha sido oficialmente anulada pero sigue sin tener fechas, pese a que se planean con gran antelación por todo el despliegue protocolario -el invitado se aloja en el palacio de Buckingham y es huésped de la reina Isabel II.