Trump congela medios públicos de EEUU que operan en el extranjero
El director de VOA, Michael Abramowitz, dijo ser parte de unos 1,300 empleados que quedaron cesantes el sábado.
"Daño duradero"
El director de VOA, Michael Abramowitz, dijo ser parte de unos 1,300 empleados que quedaron cesantes el sábado.
VOA "ha sido un activo invaluable para los Estados Unidos, jugando un rol esencial en la lucha contra el comunismo, el fascismo y la opresión, y en la lucha por la libertad y la democracia alrededor del mundo", dijo Abramowitz en Facebook al destacar que su cobertura en 48 idiomas alcanza a unas 360 millones de personas cada semana. El director de Radio Free Europe/Radio Liberty, que empezó a emitir en el bloque soviético durante la Guerra Fría, calificó la cancelación de la financiación de "regalo masivo a los enemigos de Estados Unidos". Los medios de comunicación financiados por Estados Unidos se han reorientado desde el final de la Guerra Fría, abandonando gran parte de la programación dirigida a los nuevos países democráticos de Europa Central y Oriental y centrándose en Rusia y China. Radio Free Asia, creada en 1996, considera que su misión es informar sin censura en países sin medios de comunicación libres, como China, Birmania, Corea del Norte y Vietnam. "No se trata solo de perder tu salario, tenemos personal y contratistas que temen por su seguridad. Reporteros que trabajan bajo el radar de países autoritarios en Asia, o personal en Estados Unidos que teme una deportación si su visa deja de ser válida", dijo un empleado de la cadena. Los demócratas Gregory Meeks, el más destacado representante de su partido en el Comité de asuntos exteriores de la Cámara baja, y la veterana Lois Frankel dijeron en un comunicado conjunto que la movida de Trump "causa un daño duradero a los esfuerzos de Estados Unidos para contrarrestar la propaganda en el mundo". Los medios tienen una barrera editorial, con una garantía declarada de independencia pese a la financiación del gobierno estadounidense. Esta política ha enfurecido a algunas personas del entorno de Trump, que lleva mucho tiempo arremetiendo contra los medios de comunicación y en su primera etapa en el cargo había sugerido que los medios financiados por el gobierno estadounidense deberían promover sus políticas.