Trump sugiere que las políticas demócratas son responsables del accidente aéreo en Washington
Afirmó no obstante que la trayectoria del helicóptero militar era "increíblemente mala".
Peor catástrofe
Con 67 muertos es la peor catástrofe aérea en Estados Unidos desde que un avión de American Airlines se estrelló poco después de despegar del aeropuerto John F. Kennedy de Nueva York en noviembre de 2001. Los buzos sacaron el jueves cadáveres de las aguas heladas del río Potomac, en Washington. Los restos de las dos aeronaves están emergiendo del agua y barcos de rescate y equipos de buzos exploran la zona. A primeras horas el jefe de bomberos de Washington, John Donnelly, dijo que se habían recuperado 28 cadáveres. La Administración Federal de Aviación informó que el avión era un Bombardier operado por una subsidiaria de American Airlines. Según la aerolínea, el aparato viajaba desde Wichita, Kansas, al aeropuerto Ronald Reagan de la capital estadounidense. El helicóptero efectuaba un "vuelo de entrenamiento", informó un portavoz militar. El secretario de Defensa, Pete Hegseth, precisó que el helicóptero Black Hawk tenía "una tripulación bastante experimentada que estaba haciendo una evaluación nocturna anual obligatoria". "Llevaban gafas de visión nocturna", añadió.En un audio del servicio de tráfico aéreo se oye a los controladores preguntar reiteradamente al helicóptero si tenía "a la vista" el avión de pasajeros y justo antes del choque decirle que "pasara por detrás" del avión.
"Acabo de ver una bola de fuego y desapareció", se escuchó a un controlador decirle a otro después de que se cortara la comunicación con el helicóptero.
Con el agua en temperaturas en torno a los 2 grados Celsius, las posibilidades de sobrevivir en el río eran muy escasas, según los expertos.
La pareja de patinadores artísticos rusos Evgenia Shishkova y Vadim Naumov, campeones mundiales en 1994, iban a bordo del avión junto a otras personalidades del mundo del patinaje.
Un testigo, Ari Schulman, contó que, conduciendo rumbo a su casa, vio "un chorro de chispas" y algo parecido a fuegos artificiales, al producirse la colisión nocturna.
"Al principio vi el avión y parecía estar bien, normal. Estaba a punto de aterrizar", declaró a la CNN. "Entonces tres segundos más tarde se inclinó completamente a la derecha (...) Pude ver su parte inferior, estaba iluminada de un amarillo muy brillante, y había un chorro de chispas debajo de ella", añadió. El secretario de Transporte, Sean Duffy, estimó que el choque era "absolutamente" evitable. En un video difundido por American Airlines, su director ejecutivo, Robert Isom, expresó su "profundo pesar" por lo ocurrido.
Espacio aéreo congestionado
No está claro cómo un avión de pasajeros con tecnología para evitar colisiones pudo chocar con el helicóptero sobre la capital del país. El espacio aéreo que rodea Washington suele estar congestionado día y noche, con aviones volando a baja altura para aterrizar en el aeropuerto Ronald Reagan y helicópteros militares o civiles que transportan políticos de alto rango. El mismo aeropuerto fue escenario de un accidente mortal en 1982, cuando el vuelo 90 de Air Florida, un Boeing 737, se desplomó tras el despegue, impactó contra un puente y cayó al río Potomac, dejando 78 muertos.