Solo los tres policías guardan detención. / Jaime López.
El Juzgado Quinto de Instrucción de San Salvador consideró que habían suficientes pruebas para que un inspector de la Policía Nacional Civil, y tres agentes más vayan a juicio p
or el asesinato del investigador de la División contra el Crimen Organizado (Deco), Noel Herrera Merlos, un hecho que se registró mientras departían bebidas alcohólicas el 19 de octubre del año pasado.El juez Sidney Blanco resolvió que las pruebas y los hechos que terminaron con la vida del investigador policial
no calzan con el delito de homicidio agravado sino con homicidio simple, lo que implica una reducción de casi dos terceras partes de la pena (de 30 a 10 años).Los otros tres agentes que irán a juicio son Carlos Eliazar Ramírez Aguilar, Daniel Isaac Castillo Recinos y Manuel de Jesús Valenzuela.
El fundamento
Blanco argumentó que el asesinato del investigador de la Deco no es homicidio agravado porque
no se demostró que hubo alevosía, premeditación, ni el abuso de superioridad que la fiscalía aducía.A juicio del juzgador no se acredita que el encuentro de los tres imputados con la víctima fuera un plan anticipado con distribución de roles y premeditación para cometer el delito.Consideró que la víctima
no se encontraba en una absoluta indefensión como lo afirmó la Fiscalía, pues en su poder había un arma de fuego y hay evidencia que actuaba con agresividad, violencia verbal contra los acusados; pues les expresaba que "lo querían entregar al sistema”.En el caso del inspector identificado como Elio Francisco López, el juez lo sobreseyó definitivamente del delito de homicidio puesto que tampoco hay evidencias que pruebe que se encontraba al momento del asesinato del agente, pero tendrá que enfrentar juicio por fraude procesal y tenencia de armas de guerra; "se acreditó que tenía de forma ilegal en dos granadas lacrimógenas y una granada de humo”.El juez afirmó que habían pruebas que el inspector acudió a la escena después de ocurrido el crimen y que
omitió poner en práctica los protocolos que obligan a un policía a custodiar y preservar la integridad de las personas y las cosas que se encontraban en el lugar, sin embargo no lo hizo, a pesar de su condición de policía, tenía la obligación ética y legal de cuidar la escena, acotó. En el proceso, los acusados fueron sometidos a declaraciones indagatorias que ayudaran a esclarecer los hechos, pero más que eso aumentó la confusión: "es claro que hay contradicciones entre ellos en temas esenciales, hay contradicción con respecto a lo que expresaron los imputados con la prueba científica, hay dos versiones opuestas de lo que sucedió ese día, por un lado Carlos, Daniel y Elio, aseguran que fue Manuel el que le disparó a la víctima, mientras que Manuel, dice que fue Carlos y que Elio alteró la escena”.
"Está claro que han mentido, no voy a creer a ninguna versión, por lo tanto descarto la versión de los cuatro imputados porque
hay una clara evidencia e interés de protegerse ocultando lo que realmente ocurrió el día de los hechos,
todos mienten, no me generan confianza” enfatizó el juez.No obstante, señaló que "hay coincidencias como que se reunieron ese día los tres en la vivienda para ingerir bebidas embriagantes y comer, y que la víctima mantuvo una actitud agresiva, necia, propia de un persona bajo los efectos de bebidas embriagantes”.
La versión fiscal
La Fiscalía tiene su propia versión sobre lo que pasó la tarde del sábado 19 de octubre de 2019 cuando los imputados junto a la víctima, se encontraba departiendo con bebidas alcohólicas en una vivienda ubicada en el cantón El Carmen, de San Salvador, y que a las 6:00 de la tarde se originó una discusión y riña entre ellos que dejó como resultado el asesinato del investigador de la Deco.En ese sentido, la Fiscalía sostiene que la víctima fue golpeada y sometida antes de que Carlos Eliazar Ramírez, presuntamente le disparara en la cabeza, además que estaba indefensa y alcoholizada.En el caso del inspector Elio Francisco, la Fiscalía l
o acusan de realizar acciones encaminadas a alterar la escena para ocultar el hecho y entorpecerlo, pues los involucrados eran dos familiares de él.Entre tanto el inspector Elio Francisco asegura que es inocente de todas las acusaciones que le hace y que al contrario, colaboró con el esclarecimiento de las investigaciones; niega haber borrado las huellas del arma homicida. Niega que tardó 40 minutos para alertar a la Policía sobre el hecho y que las granadas sean armas de guerra.