Hernández dice que su mayor satisfacción es la tranquilidad de la gente. / Cortesía ONU
La Misión de Estabilización Integrada Multidimensional de las Naciones Unidas en Malí (Minusma) ha destacado el trabajo de la piloto salvadoreña, Sandra Hernández, como la única mujer del contingente que vuela en el desierto del Estado de Áfica Occidental."Desde que era una niña, siempre me encantó volar porque mi padre era piloto y mis dos hermanos mayores. Siempre me he sentido muy orgullosa de ellos”, dijo Hernández a la ONU.Según la nota publicada en la cuenta oficial del Minusma, Sandra Hernández se unió a la misión en mayo del 2017 y tiene 16 años de experiencia como piloto en El Salvador. "Ella realiza misiones de respuesta rápida, proporciona apoyo aéreo para las fuerzas en el terreno y supervisa desde el aire convoyes, escoltas de la ONU y evacuaciones de heridos”, dice la nota.El comandante del contingente, el coronel José León, destacó que la presencia de ella es importante para ganar la confianza de la gente, especialmente de las mujeres en la base de Tombuctú, una ciudad de Malí."Estoy realmente orgulloso de ella y es un honor tenerla en el equipo. Ciertamente ayuda en nuestros contactos con la población local en Tombuctú, especialmente con las mujeres. Cuando ven a una mujer piloto trabajando e interactuando con ellos, les da una perspectiva diferente”, dijo a la ONU.Sandra tiene una hija de ocho años y esa es una de las partes más difíciles de la misión, estar lejos de su familia. Sin embargo dice que disfruta ser parte de la primera unidad salvadoreña de mantenimiento de la paz de la ONU.
La piloto salvadoreña tiene 16 años de experiencia en vuelos. / Cortesía ONU
ContingenteSegún la ONU, El Salvador contribuye con tres helicópteros MD500E y un contingente de 90 efectivos de mantenimiento de la paz a la Minusma, entre ellos, Sandra Hernández. La unidad "Torogoz” incluye pilotos, personal de mantenimiento, personal médico y marinos y tienen como misión patrullar desde el aire, día y noche, apoyando a las tropas en el terreno.Es la primera vez que El Salvador participa en apoyo directo en una operación de la ONU, misión que dura tres años.