Ang Lee dirige por duplicado a Will Smith en Géminis, un thriller que mezcla acción y ciencia ficción en el que un veterano asesino a sueldo retirado verá cómo la poderosa corporación para la que trabajaba envía a un clon suyo para acabar con su vida. Un juego de espejos que requería de una compleja tecnología y cuya producción supone un verdadero reto que el director de Tigre y Dragón y La Vida de Pi afronta con su pasión habitual.El filme llegará el próximo 10 de octubre a los cines salvadoreños. Pero un mes antes del estreno, Paramount Pictures Spain mostró algunas secuencias de Géminis para un grupo reducido de medios entre los que se encontraba CulturaOcio.com. Tras el metraje, el protagonista Will Smith, el director Ang Lee y el productor Jerry Bruckheimer reflexionaron sobre un ambicioso filme que el siempre vanguardista cineasta definió como "un acto de fe".
Rodaje en 3D, resolución 4K o una fotografía a 120 fotogramas por segundo son algunas de las fronteras técnicas que Géminis traspasa y que se ven superadas por la gran atracción de la cinta: el joven Will Smith. Y es que, a diferencia de lo que suele habitual en estos casos -el proceso de rejuvenecimiento o envejecimiento del actor a través del tratamiento digital de las imágenes filmadas del interprete durante el rodaje- en Géminis Ang Lee no retoca al viejo Will Smith y alisa su rostro para que parezca más joven, sino que crea una nueva versión totalmente digital.Un Will Smith 'Junior' que, utilizando como esqueleto la propia interpretación del actor atrapada a través de la tecnología de la captura de movimiento, crea una versión joven y totalmente digital. Un nuevo personaje que ha sido construido desde cero por los genios de los efectos visuales en Weta y que tiene todas las papeletas para convertirse en la versión más realista y detallada de un ser humano generada por ordenador vista hasta ahora en la historia del cine."No es mi piel que simplemente me la estiraron. El nivel del trabajo, de detalle es realmente espectacular (...) El equipo de Weta ha hecho algo que nunca antes se había hecho", comenta con su habitual entusiasmo Will Smith. Y hay una simple razón por la que Géminis nunca antes se hizo: desde el punto de vista tecnológico no era posible.
"La historia ha estado ahí durante 20 años, pero la tecnología no permitiría que se contara como se debía contar", explica Lee que, como ya hiciera en el drama bélico Billy Lynn vuelve a desafiar a los puristas del cine reabriendo el debate sobre el HFR y el polémico 'efecto telenovela'. Un formato aplaudido en videojuegos, documentales y retransmisiones deportivas y que en la gran pantalla 'inauguró' Peter Jackson con su Hobbit rodado a 48 fotogramas por segundo.
Un drama muy humanoApuesta que redobla el siempre revolucionario Lee, que vuelve a integrar estos avances técnicos dentro de su lenguaje cinematográfico. Y, más allá de la evidente contribución que toda esta tecnología tiene en favor del espectáculo en un filme de la naturaleza de Géminis, lo hace con un propósito no únicamente ornamental, sino al servicio de un drama "muy humano" que es el verdadero corazón de esta película.Pero, a pesar de que los hallazgos e innovaciones técnicas son tan notables como llamativos, tanto Lee como Smith se esfuerzan en destacar una y otra vez que lo más importante de Géminis es la historia, la enorme carga dramática que soporta un hombre enfrentado, en este caso literalmente, a sí mismo. Y es que, según afirma el propio Will Smith "nosotros podemos convertirnos en nuestro peor enemigo".