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Apple presentó el miércoles nuevas versiones del iPhone, los de gama muy alta iPhone Xs y Xs Max, pero también una versión más accesible, el iPhone Xr, durante su gran evento anual dedicado a las novedades.

Los iPhone develados en su sede de Cupertino son las versiones más sofisticadas y rápidas del iPhone X, lanzado el año pasado para conmemorar los diez años del producto bandera de Apple, del que es financieramente muy dependiente.

La marca presentó el modelo en dos tamaños: 5,8 pulgadas (14,7 cm) y un modelo "Max", con una gran pantalla de 6,5 pulgadas (16,5 cm). El precio de venta del Xs es el mismo que el que tuvo a la salida el iPhone X en 2017, 999 dólares en Estados Unidos para la versión básica. El Xs Max se venderá a partir de 1.099 dólares.

"Este es el iPhone más avanzado que hemos creado", afirmó a propósito del iPhone Xs el presidente ejecutivo de Apple, Tim Cook, ataviado con camisa azul y zapatillas deportivas blancas, en el escenario del Teatro Steve Jobs, en su futurista sede.

El grupo hizo énfasis en la calidad de la pantalla OLED y de la cámara fotográfica, que permiten aprovechar mejor el video y las aplicaciones de realidad aumentada, dos áreas en las que Apple trabaja buscando diversificar sus actividades comerciales ante un mercado mundial de teléfonos inteligentes saturado.

El Xs y el Xs Max estarán disponibles para encargos anticipados a partir del viernes con entrega a partir del 21 de septiembre.

Como se esperaba, Apple también lanzó una versión más económica, el iPhone Xr, a partir de 749 dólares y disponible en octubre. Este cuenta con la mayoría de prestaciones que el Xs pero con una pantalla LCD en lugar de una OLED y una carcasa de aluminio en lugar de acero.

Cook también anunció que ya ha vendido 2.000 millones de dispositivos móviles.

"Estamos a punto de alcanzar un hito importante, estamos a punto de entregar nuestro dispositivo (número) 2.000 millones que funciona con iOS", dijo, en referencia al sistema operativo de Apple.

- Cuidar la salud -

El grupo presentó también su cuarta versión del reloj conectado AppleWatch, con una pantalla bastante más grande y más prestaciones relacionadas con la salud, como un detector de caída y la posibilidad de realizar un electrocardiograma.

Una forma de dirigirse a una audiencia de gente adulta mayor pero conectada, así como a una población joven que vive a un ritmo desenfrenado.

La estrategia de la gama alta le ha permitido a Apple mantener hasta el momento su cuota de mercado mientras continúa aumentando su facturación gracias a sus teléfonos inteligentes, una buena forma de compensar el ralentizamiento del mercado global, completamente saturado y marcado por la creciente competencia de los grupos chinos.

"El iPhone X es uno de los factores que ayudó a Apple a convertirse en la primera compañía (privada) en romper la barrera del billón de dólares" de capitalización bursátil a principios de agosto, sostiene Counterpoint Research.

Apple cuenta, además, con una base de usuarios indefectibles, siempre dispuestos a romper su alcancía para poder pagar por los lanzamientos.

Esto lleva a algunos analistas a decir que Apple puede fácilmente conformarse, en el plano financiero, con una participación de mercado relativamente pequeña, siempre que se mantenga estable.

Con alrededor del 12% del mercado global, la compañía perdió su segundo lugar en el segundo trimestre, destronada por el chino Huawei, que está experimentando un rápido crecimiento, según las firmas Gartner e IDC.