Una embarcación guardacostas japonesa en el puerto de Ayukawa, en Ishinomaki, tras salir poco antes un barco para cazar ballenas, en abril de 2014. AFP


Los cazadores de ballenas japoneses capturaron 177 ballenas al cabo de una expedición estival de tres meses en el océano Pacífico, llevada a cabo a pesar de las críticas internacionales.

Japón, que continúa la caza de ballenas en el marco de un programa de "investigación científica", aboga desde hace años por una flexibilización de la moratoria internacional instaurada en 1986.

Las autoridades japonesas van a presentar una demanda para la reapertura parcial de la caza comercial en la próxima reunión de la Comisión Ballenera Internacional (CBI), prevista en septiembre en Brasil.

En la misión en el Pacífico, de 98 días de duración, tres balleneros capturaron 43 ballenas minke y 134 rorcuales comunes (ballenas de aleta), anunció este miércoles la Agencia de Pesca japonesa.

"Los datos se analizarán y presentarán al comité científico de la CBI, lo que permitirá mejorar los conocimientos científicos para la conservación y la gestión de los recursos cetáceos", dijo la Agencia en un comunicado.

Japón intenta probar que la población de ballenas es lo suficientemente importante para permitir una reapertura de la caza comercial.

Noruega e Islandia son los únicos países que practican abiertamente la caza de ballenas con fines comerciales.