Las autoridades australianas han creado un virus para exterminar la excesiva población de conejos que hay en sus territorios, según publica el periódico El País. La nueva cepa K5 del conocido virus de la enfermedad hemorrágica del conejo, científicamente denominada RHDV1 K5, es tan letal como el ébola y tan contagioso como la gripe.
El Gobierno de Nueva Gales del Sur, el estado más poblado de conejos de Australia, ha proporcionado información de la erradicación, haciendo constar que el 42% de los ejemplares silvestres han sido eliminados.
Estos animales se han convertido en una peste en el territorio por la gran población que hay, sin embargo para la Península Ibérica la escasez de esta especie podría causar la extinción del lince ibérico y el águila imperial ibérica, puesto que esta es su principal fuente de alimentación.
Debido a esto los expertos españoles están en total desacuerdo con la medida tomada por el gobierno australiano.
“Es una medida peligrosa para otras partes del mundo en las que intentamos preservar los conejos. Los virus no saben de fronteras. Cualquier australiano lo puede traer a España en sus botas. Es una medida irresponsable”, comentó, Francisco Parra, virólogo de la Universidad de Oviedo.
Más que la erradicación del conejo, los expertos temen a la mutación del virus a otras especies porque aseguran que el conejo se adapta a las enfermedades y en respuesta los virus se hacen cada vez más letales.
A tales reacciones, Mark Schipp, responsable de asuntos veterinarios del Gobierno australiano dijo, “es evidente que los objetivos de Australia y de España son muy diferentes. Nosotros estamos tratando de exterminar una plaga, mientras que España intenta conservar especies nativas”.
Además, indicó que el Centro de Investigación Cooperativa de Animales Invasores ha afirmado que la plaga de los conejos amenaza la supervivencia de más de 300 especies de flora y fauna, incluyendo 24 en peligro de extinción, como la orquídea bailarina y el periquito ventrinaranja; y que causa una pérdida de 200 millones de dólares anuales para los agricultores.