Archivo DEM.


Incendios, talas, huracanes y plagas causan más de una décima parte de la muerte de árboles en el mundo y, por extensión, impactan en las reservas de carbono forestal que almacenan.

Una investigación de la Universidad de Birmingham, publicada en 'Nature Geoscience', también mostró una amplia variación regional, con partes de Escandinavia, Estados Unidos, Canadá y Rusia con una frecuencia particularmente alta de estos 'incidentes'.

El mapeo de las causas de la muerte de los árboles es importante porque ayuda a los científicos a comprender cómo las reservas de carbono del mundo, almacenadas en los bosques, se ven afectadas por estas perturbaciones y la frecuencia con que ocurren.

Investigadores del Instituto de Investigación Forestal (BIFoR) de la Universidad de Birmingham estudiaron observaciones satelitales de bosques perdidos entre 2000 y 2014, y evaluaron el intervalo de tiempo típico entre grandes de estos incidentes en los bosques del mundo.

Luego, el equipo utilizó un modelo computacional para calcular el impacto de estos eventos en las muertes de árboles, medido como la cantidad de carbono almacenado en la madera de los árboles muertos, y descubrió que representaban el 12 por ciento de la muerte de los árboles en general.

Sus simulaciones mostraron cómo incluso pequeños cambios en la frecuencia de las perturbaciones a gran escala pueden tener un efecto significativo en las reservas de carbono forestal en el 44 por ciento de los densos bosques del mundo.

El modelo permitirá a los científicos comprender mejor el contexto de eventos como los recientes incendios forestales que devastaron partes del Ártico.

El autor principal, el doctor Thomas Pugh, del Instituto de Investigación Forestal de la Universidad de Birmingham, apunta que "grandes extensiones de bosque muerto causan un impacto dramático en el paisaje, ya sea causado por incendios, cosechas, tormentas de viento o brotes de insectos. Pero a pesar de después de haber podido observar estos eventos desde el espacio durante muchos años, se desconoce la contribución que hacen a la mortalidad de los árboles y al impacto en el almacenamiento de carbono forestal en todo el mundo".

"Ahora podemos ver mucho más claramente dónde las grandes perturbaciones juegan un papel importante y dónde las reservas de carbono forestal son sensibles a los cambios en la frecuencia de las perturbaciones", añade.

A su juicio, "los grandes incendios de este año en el Ártico pueden ser solo una anomalía, o podrían ser una señal de que las perturbaciones en esa región se están volviendo más frecuentes en relación con la norma histórica. Si ese es el caso, podemos esperar grandes cantidades de carbono para ser liberado de estos bosques durante el próximo siglo y tal vez cambios importantes en la mezcla de vegetación que conforman los bosques".

Ahora se necesita más trabajo para estudiar las razones detrás del 88 por ciento restante de la muerte de los árboles del mundo para calcular las contribuciones de factores como la competencia, la sequía y la muerte de los árboles más viejos.