Los bebés de tan solo cuatro meses son capaces de reconocer el abrazo de sus padres respecto del de otra personas, según un estudio de la Universidad Sachine Yoshida Toho, en Japón, que publica la revista 'iScience'.
Los investigadores examinaron las respuestas de la frecuencia cardíaca en bebés de menos de un año durante un abrazo y descubrieron que los niños de tan solo cuatro meses experimentan una mayor disminución de la frecuencia cardíaca durante un abrazo que cuando son simplemente cogidos en brazos, y durante un abrazo sus padres en comparación con un abrazo de un extraño.
Los investigadores dicen que el estudio ofrece algunas de las primeras pruebas de que los abrazos juegan un papel importante en el vínculo temprano entre padres e hijos.
"Como a la mayoría de los padres, nos encanta abrazar a nuestros hijos --admite la primera autora Sachine Yoshida, de la Universidad de Toho en Tokio, Japón--. También sabemos que a los niños les encanta que sus padres los abrazen. Pero lo que nos sorprendió como científicos es lo poco que sabemos sobre abrazos".
Una pregunta era si un abrazo era realmente calmante o si cualquier aumento de la presión, por ejemplo, al ser sostenido, podría ser relajante. Para comenzar a explorar esto en el nuevo estudio, Yoshida junto con Hiromasa Funato y sus colegas examinaron las respuestas de frecuencia cardíaca en bebés de menos de un año durante un abrazo, ser sostenidos y un abrazo fuerte. También observaron lo que sucede cuando una mujer desconocida les abrazó.
"Los bebés mayores de cuatro meses mostraron un alto índice de aumento de los intervalos de latidos cardíacos durante el abrazo por parte de sus padres que por mujeres extrañas --señala Yoshida--. Los padres también mostraron un alto índice de aumento de los intervalos de latidos al abrazar a sus bebés. Descubrimos que tanto los bebés como los padres se relajan abrazándose".
Los investigadores informan que los padres y los bebés mostraron un aumento durante un abrazo en lo que se conoce como el intervalo RR (RRI) en un electrocardiograma. El intervalo RR es el tiempo entre una forma de onda particular que mide la actividad eléctrica del corazón. El aumento del tiempo indica una frecuencia cardíaca más lenta.
Los bebés menores de cuatro meses no mostraron el mismo aumento de RRI durante un abrazo, informaron los investigadores. Pero esos bebés pequeños mostraron una frecuencia cardíaca más lenta cuando la mano de uno de sus padres ejerció presión sobre su espalda mientras los sostenía, lo que sugiere que no hicieron la misma distinción que los bebés mayores entre ser abrazados y sostenidos.
Los investigadores dicen que esperaban que un abrazo condujera a cambios obvios en el comportamiento de un bebé, convirtiendo un estado de ánimo irritante en uno bueno, tal vez. Pero lo que los sorprendió fue que los efectos calmantes de un abrazo que observaron solo podían detectarse en los bebés que no lloraban ni estaban molestos.
"Debido a esta característica discreta, creemos que los datos experimentales que indican el efecto relajante de un abrazo entre padres e hijos habían sido una pieza faltante durante un tiempo, a pesar de que había mucha evidencia situacional", dice Funato.
"A tu bebé le encanta que lo abracen y le encanta cómo lo abrazas --agrega Yoshida--. Aunque los bebés no pueden hablar, reconocen a sus padres a través de varios tipos de cuidados, incluidos los abrazos, después de los cuatro meses de edad como máximo. Esperamos que saber cómo se siente su bebé al ser abrazado ayude a aliviar la carga de trabajo física y psicológica de cuidar a los bebés demasiado pequeños para hablar".