Una corte de apelaciones de Estados Unidos dictaminó que un macaco no podía reclamar derechos de autor sobre un autorretrato que se había tomado al disparar la cámara de un fotógrafo en una isla indonesia.
El fallo decidido el lunes podría marcar el final de una curiosa disputa legal en torno a la fotografía de la cara del simio con un gesto que parece una amplia sonrisa, que se convirtió en una de las selfies más famosas del mundo.
El caso planteó un problema legal sin precedentes: PETA, un grupo de defensa de los derechos de los animales, argumentó que la capacidad de un primate para tomar una foto demostró que era un ser de pensamiento complejo y que, por ende, merecía beneficiarse de las normas de propiedad intelectual.
Todo comenzó en 2011 en la isla de Sulawesi, Indonesia, cuando un macaco negro con cresta agarró la cámara de David Slater y presionó el botón del obturador.
El fotógrafo británico de vida salvaje había logrado recuperar su cámara y había publicado las imágenes tomadas por el mono, llamado Naruto.
Las excepcionales fotos recorrieron el mundo entero y han sido publicadas por periódicos, revistas, sitios web y programas de televisión.
La disputa estalló cuando la Fundación Wikimedia, una base de datos libres de derechos, se negó a eliminar la selfie de Naruto de su colección.
La organización People for the Ethical Treatment of Animals, PETA, irrumpió en el debate alegando ante la justicia que, al haber sido el macaco el que tomó la foto, detentaba los derechos de propiedad intelectual de la pieza, "como sería en el caso de un humano".
Un juez desestimó los argumentos de PETA en septiembre de 2017, pero David Slater acordó donar el 25% de los ingresos futuros de las selfies de Naruto a las organizaciones que protegen el hábitat de los macacos negros de cresta en Indonesia.
Ahora, la Corte de Apelaciones de California asestó un segundo golpe a la asociación de derechos de los animales, diciendo que la violación de los derechos de autor solo puede ser denunciada por humanos.
"PETA parece utilizar a Naruto sin su consentimiento, como un peón para lograr sus objetivos ideológicos", escribieron en su decisión unánime los tres magistrados de la corte.
PETA reaccionó afirmando que la corte le había "pasado por un lado" a la verdad. El macaco "es víctima de discriminación simplemente porque es un animal no humano", comentó la organización.