José David Calderón es considerado un referente nacional e internacional del cine salvadoreño. / DEM


La Secretaría de Cultura de la Presidencia (Secultura) anunció a través de un comunicado el fallecimiento del cineasta José David Calderón, precursor de la cinematografía de El Salvador, quien falleció la tarde del 27 de septiembre.

La titular de la institución, Silvia Elena Regalado, pronunció algunas palabras ante el lamentable acontecimiento. “Desde la eternidad, el genio artístico de David Calderón inspirará a las nuevas generaciones para que continúen los caminos de la creación cinematográfica, así como en vida lo reconoció el Premio Nacional de Cultura, nos corresponde ahora contribuir a cultivar su memoria y la trascendencia cultural de su obra artística”, pronunció Regalado en dicho mensaje.

José David Calderón fue galardonado con el Premio Nacional de Cultura en 2015 por su destacado trabajo en audiovisuales, el mayor premio que otorga el Estado a quienes promueven la cultura y el arte en El Salvador. En el evento, el célebre cineasta recibió de manos del presidente de la República, Salvador Sánchez Cerén y el ex secretario de Cultura Ramón Rivas, un diploma de honor que lo consagró como el “Hombre con más de 50 años de trayectoria y pionero de la cinematografía en El Salvador”.

Engranaje histórico

De acuerdo a datos proporcionados por Secultura, José David Calderón nació el 1 de noviembre de 1928 y aunque su carrera profesional incluye incursiones por radio, televisión y cine.

Su larga trayectoria profesional, una buena parte de la cual está retratada en su libro testimonial “De vistas y oídas”, comenzó como cajista aprendiz de la Tipografía Central y como operario en la sección de Litografía de la Escuela de Artes Gráficas. En 1945, tras un anuncio de periódico se convirtió en locutor de la radio Intercontinental (YSI). Así trabajó en distintas emisoras, como la ya legendaria YSU, en donde se estrenó como guionista en 1950, con “El secreto del Partideño”, su primera radionovela de larga duración (43 capítulos de 15 minutos cada uno) y luego “Descúbralo usted”, serie policíaca en 50 episodios. Paralelamente, se integró a un elenco de teatro dirigido por Darío Cossier, con quien debutó como actor en “Las de Barranco”, del dramaturgo argentino Gregorio de Laferrère.

Tiempo después se estrenó como dramaturgo, área en la que recibió, en 1955, el primer premio de los Juegos Florales de Centroamérica y Panamá, en Quezaltenango, Guatemala, con su obra “Oropel”, y a ese premio siguieron otros en la categoría de teatro.

El paso a la televisión ocurrió con la apertura de Canal 4, que le permitió su primera producción audiovisual, en 1959, intitulada “Más allá de la angustia”, que constituye una de las primeras telenovelas realizadas en el país, transmitida en directo.

Otro de sus proyectos fue “Pasaporte al Mundial”, un documental sobre el encuentro futbolístico entre El Salvador y Haití, en Jamaica, rumbo al Mundial de México 1970, que se convirtió en un éxito de taquilla que alentó a Calderón a filmar una película de largometraje, basada en la pieza teatral “La puerta cerrada”, de su autoría, premiada en Guatemala, en 1959.

La película se intitula “Los peces fuera del agua” y fue estrenada la navidad de 1971, en una función privada en cine Fausto, y luego en la cadena Teatros de El Salvador, así como en el Teatro York, de San Francisco, California.

En 1999, un acercamiento a la Universidad de El Salvador (UES) resultó en la creación de la Fundación para el Cine (Fundacine), un proyecto de rescate de la producción cinematográfica que en 2001 produjo un primer vídeo, en coproducción con la Cinemateca de la UES, proyecto de la Secretaría de Comunicaciones de la Universidad, y que constituye el último trabajo de Calderón como director: “El hombre de una sola mujer”.

A lo largo de su carrera, Calderón se hizo acreedor de varios reconocimientos y premios, pero a los 87 años recibió el más grande galardón que existe en el país en el ámbito artístico cultural, el Premio Nacional de Cultura. “Si el cine hubiera caminado a la par de lo que yo caminé, hasta adonde yo caminé, después de eso con nuevos elementos hubiera sido fantástico”, pronunció Calderón en su discurso.