El auditorio del Teatro Presidente se contagió de la mezcla acústica y única de Fito Páez que encantó al público. Su personalidad, su piano y su voz fueron motivos suficientes para que la velada se volviera inolvidable.

Fue la noche del martes la que se vistió de rock en Español. Los corazones cuscatlecos gritaron a una sola voz las letras de las grandes composiciones del cantautor argentino. “Vamos a hacer que esta sea una noche inolvidable”, exclamó el artista. Sus palabras se cumplieron a tal grado que todos sus fans iniciaron una ovación: “Olé, olé, olé, olé, Fito, Fito”. La atmósfera se llenó de todo el aprecio acumulado de los salvadoreños luego de 16 años de ausencia del cantante.

En el escenario, Páez corría con sus instrumentos para hacer vibrar a todos, haciendo sonar éxitos como “Margarita”, “Circo beat”, “El amor después del amor”, “A rodar mi vida” y “Yo vengo a ofrecer mi corazón”, y provocaron que toda la audiencia viviera de pie su concierto.

Pasada la velada, Fito dedicó unos de sus éxitos a la comunidad transexual del país. Y dio sus buenas noches a toda América Latina.