Existe una práctica de yoga que incluye cabras. Todo esto comenzó cuando Lainey Morse, quien atravesaba un mal momento escuchó la idea de una amiga de dar clases de yoga al aire libre en su granja de Oregon. Ella accedió con la condición que las cabras se quedarán allí.
Durante las clases se dieron cuenta que la presencia de las cabras ayudaba a los asistentes, además que estos animales interactuaban con ellos. La tendencia de practicar yoga en la compañía de cabras se llama Goatyoga.
Las cabras “no son tan intimidantes y grandes como los caballos. Y los perros, ¿qué pasa si la gente es alérgica o no hay conexión o son muy tímidos? A las cabras no les importa nada, solo quieren que las acaricien. Tienen esa sensación de calma, y parecen estar en un estado de meditación. Quizás por eso se llevan muy bien con el yoga”, dijo Morse al diario Emol.
A las cabras les gusta morder el cabello y los dedos de los pies, eso puede ser un inconveniente para la meditación, según Lainey.