El sitio estadounidense YouTube eliminó más de 150.000 videos infantiles que estaban acompañados de comentarios en tono muy inapropiado, en algunos casos de corte pedófilo, dijo el jueves la plataforma, que intenta tranquilizar a sus anunciantes.

Todo comenzó con un artículo publicado el viernes pasado en el periódico británico The Times que afirmaba que los anuncios de las grandes marcas (Adidas, Amazon o Mars en particular) aparecían en YouTube junto a videos de niños o adolescentes, la mayoría de las veces publicados inocentemente pero que provocaron comentarios pedófilos por parte de los usuarios.

Según otros medios, varios anunciantes han decidido dejar de poner anuncios en YouTube por este motivo. El grupo informático estadounidense HP confirmó a AFP que "han pedido de inmediato a Google que suspenda cualquier publicidad en YouTube".

Consultado por AFP, YouTube dijo que "eliminó varios cientos de cuentas y más de 150.000 videos" que tenían problemas.

La plataforma propiedad de Google, cuya publicidad digital representa el fuerte de sus ingresos, también prohibió la publicidad en "más de 2 millones de videos y 50.0000 canales que se identificaban como contenido familiar pero no lo eran". La empresa bloqueó además los "comentarios en 625.000 videos".

"Tenemos políticas claras contra los videos y los comentarios en YouTube que sexualizan o explotan a los niños y los aplicamos de manera drástica cada vez que somos alertados sobre ese contenido", dijo un portavoz de YouTube.

YouTube sostiene haber "reforzado recientemente (su) enfoque sobre los videos y los comentarios relacionados con niños que, aunque no serían ilegales, siguen siendo preocupantes".

Ante la pregunta de si la plataforma sufría el boicot de algunos anunciantes, el vocero respondió que "ninguna publicidad debería difundirse sobre este contenido".

"Estamos trabajando para remediar esta situación lo antes posible", añadió.

Es la segunda vez este año que YouTube enfrenta este tipo de polémica. Un artículo publicado a principios de año en el Times afirmaba que los anuncios aparecían cerca de contenidos antisemita, incitando al odio o haciendo apología del terrorismo.

Google se comprometió entonces a garantizar que las publicidades de sus anunciantes no figuraran cerca de contenidos polémicos.