El Barcelona trasladó hoy a la Copa del Rey su mal momento de forma al sacar un pobre empate 1-1 en su visita al modestísimo Hércules, de la tercera categoría del fútbol español, en partido correspondiente a la ida de los dieciseisavos de final.
Prácticamente ninguno de los futbolistas que jugaron en Copa estará el sábado ante el Real Madrid, pero el debate que se abrirá en las próximas horas será lo poco que están aportando los suplentes del equipo azulgrana. Porque el Hércules fue mejor durante muchos minutos.
El Barcelona jugó una primera parte que sin duda provocará fuertes críticas entre prensa e hinchas por su aparente indolencia ante un rival modestísimo. Ninguno de los reservas aprovechó la oportunidad para reivindicarse.
El Hércules obtuvo el premio a su esfuerzo y orgullo a los 52 minutos con un gol de David Mainz que expuso claramente la apatía del Barcelona, el actual campeón de la Liga española y la Copa del Rey.
Al rescate del equipo azulgrana acudió Carles Alañá, un muchacho de 18 años que a los 57 minutos igualó con un magnífico disparo desde fuera del área.
No ocurrió casi nada hasta el final y el Barcelona se llevó un empate que le supo a derrota, por más que tenga todo a favor para poder resolver la eliminatoria en la vuelta, que jugará en casa.