El Real Madrid se impuso por un contundente 2-4 al Celta de Vigo para mantener la racha victoriosa de Santiago Solari, que sigue sin saber lo que es perder como primer entrenador del conjunto blanco.
El técnico argentino es uno de los grandes beneficiados, si bien Karim Benzema fue el líder del equipo madrileño, con un gran gol y presente en los otros tres del equipo blanco. El Celta apostó por un juego mucho más duro de lo que se esperaban los merengues: prueba de ello es que los tres cambios que realizó Solari fue por lesión.
Casemiro cayó tras hacerse daño en una acción con Hugo Mallo, luego fue Reguilón el que tuvo que pedir el cambio antes del descanso con molestias en los isquiotibiales y ya en la segunda parte fue Nacho el que se dolió en la rodilla derecha tras un despeje.
Mientras que el Celta se cargaba de amarillas (Juncà tiene que dar gracias por acabar el encuentro, Cabral fue expulsado por doble tarjeta), en el Madrid era Benzema quien ponía la diferencia con su juego. A los 23 minutos, recibió un colosal pase de Modric para, ante un Sergio impotente, revolverse y rematar con maestría. Instantes después, un valiente Reguilón centró para que Benzema conectase, y justo después el propio delantero francés habilitó a Kroos para que el alemán, inexplicablemente, mandase un disparo fácil a las nubes a portería vacía.
La dureza del Celta dejó KO a Bale para la mitad del partido. Al borde del descanso, Hugo Mallo le señaló con un fuerte choque y el galés desapareció del partido. El problema es que a estas alturas Solari ya había hecho dos de los tres cambios, y no se podía jugar el resto del encuentro sin margen.
En la segunda mitad se mantuvo el guión visto en la primera. El Celta apostó por las contras y señalar de cerca a los madridistas. La lesión de Nacho obligó a Solari a aguantar a Bale en el campo, si bien no se le echó en falta, ya que Cabral puso el 0-2 en el marcador, sin querer, después de que un gran disparo de Benzema (después de doble regate en el área pequeña y disparo entre las piernas de Sergio) rebotase en el palo y le diese en la cara.
Hugo Mallo acercó el marcador tras rematar un gran centro de Brais, en los mejores minutos del equipo celeste. Con Odriozola tocado también, Courtois tuvo que lucirse para evitar por dos veces que Iago Aspas pusiera el empate. Sin embargo, cuando mejor estaban los de Antonio Mohamed, Juncà derribó al lateral vasco del Madrid en el área y Undiano pitó penalti. Sergio Ramos, con valentía, lo disparó a lo 'Panenka' para el 1-3, justo antes del caos final del encuentro.
Con el tiempo ya cumplido, primero Ceballos con un gran disparo desde la frontal por toda la escuadra y después Brais, con un balón rebotado en el área del Madrid, pusieron el 2-4 final.