Al Bayern Munich le costó tres minutos para comprobar la fragilidad del Barcelona en zona baja, pues encontró portería gracias a una pared que firmó Thomas Müller. Pero si la defensa del Barça es frustrante para los catalanes, la del Bayern Munich fue cómica.

 

A los seis minutos David Alaba marcó en su propia portería. Aunque su intención era despejar el centro raso de Lionel Messi, el balón del argentino resultó una asistencia para una definición soberbia del zaguero del Bayern, quien marcó el autogol más soberbio de su carrera.

 

Los goles de Ivan Perisic, Serge Gnabry, Joshua Kimmich, Robert Lewandowski, los dobletes de Coutinho y Thomas Müller terminaron por confirmar que el gol del Barça fue una casualidad y que el Bayern es el amplio favorito para ganar la Champions. De Lionel Messi no se vio mucho, como al resto de jugadores ofensivos del Barça.

 

Barcelona y Bayern Munich protagonizaron el partido más atractivo de los Cuartos de Final y no decepcionó. Uno de los gigantes de la Champions ya arma las maletas para dejar Lisboa y pensar de una vez en la temporada que viene.