Heber Ramos es uno de los pocos jugadores que ha visto los recambios generacionales en el fútbol playa nacional. Ha vivido alegrías como su reciente paso por el Vilas Flor Sport Club en Portugal junto a otros tres playeros, pero también tristezas como no clasificar a tres mundiales de esta modalidad. Habló con Team ESA sobre su experiencia y expectativas con la “azulita de arena”.

El pívot nacional tiene en su palmarés con los “cangrejitos playeros”: tres Copas UNCAF (2014,2016 y 2018) todos realizados en el país, también una medalla de oro y otra de plata en los Juegos Bolivarianos, Perú 2014 y Chile 2016, respectivamente ante Paraguay. Ha logrado ir a los Juegos Mundiales de Playa 2019 en Doha y tres terceros puestos en las eliminatorias mundialistas (El Salvador 2015, Bahamas 2017 y México 2019), sin embargo todas estas distinciones no son tan importantes como ir a un mundial de playa.

“Mi sueño es jugar en un mundial, todavía me queda esa asignatura pendiente. He competido en los Juegos Bolivarianos de Playa, Juegos Mundiales de Playa, torneos UNCAF y eliminatoria”, detalló Ramos.

Lo que considero es que Dios no quiere que vayamos a los mundiales, es como que dijera Dios, hasta aquí llegan, hemos hecho buenos partidos, los que más hemos goleados, hemos jugado bien colectivamente, somos los mejores del área de CONCACAF, en el 2015 perdimos contra Costa Rica, en Bahamas hicimos muchos goles y en Puerto Vallarta a falta de 90 segundos el árbitro no pita un saque a favor de nosotros y nos cae el gol, eso fue con Estados Unidos”, agregó.

Ramos, quien es licenciado en Administración de Empresas en Turismo de la Universidad Tecnológica (UTEC), no se resigna a la historia de no clasificar a un mundial. Sabe que pertenece a un recambio generacional y debe tener paciencia, pero luego de una enorme experiencia con la selección playera formó parte de los cuatro “Cangrejitos” que participaron con el Vilas Flor Sport Club en busca del ascenso a primera categoría de Portugal.

“Es algo con que siempre había soñado y ser elegidos por el prof. Rudis , un gran honor, el idioma muy distinto, aunque no muy complicado, porque se entienden palabras, una experiencia maravillosa y nosotros fuimos a aportar”, expresó Ramos.

El pívot salvadoreño se quedó a un paso de obtener el ascenso a la máxima categoría playera lusa tras caer por 3-2 ante el Belenenses en la final nacional, pero dejó sellada junto a sus otros compañeros, Rubén Batres, Exon Perdomo y Elmer Robles; la máquina goleadora nacional, ya que convirtió seis de los 31 goles que alcanzaron los “cangrejitos playeros”, logrando el campeonato regional tras recetarle un 12-3 a CCM Argozelo, 9-1 al GD Macedense, 9-1 al GD Cachao y 11-4 al Macedo.

Ramos recordó que entre sus mejores goles, hubo uno que le marcó con el Vilas Flor Sport Club. “el último que me gusto fue el que hice en Portugal en la final contra el equipo que disputamos la final regional, que lo hice de hombro y llevo 8 goles en tres eliminatorias”.

El seleccionado playero tiene entre sus expectativas llegar al próximo mundial donde las eliminatorias podrían realizarse en nuestro país, pero sabe que tiene la experiencia necesaria para romper una sequía de siete años desde Bahamas 2013 de no ir a la máxima fiesta de fútbol playa.