La Asociación Cafetalera de El Salvador (Acafesal) insistió ayer en solicitar un límite en el cobro por la transformación del café uva a oro exportable, propuesta que fue rechazada por la Asociación Salvadoreña de Beneficiadores y Exportadores (Abecafé), aduciendo que los cobros son justos.

El canon de transformación es un pago que el productor hace al beneficiador por el proceso de despulpado del café cereza maduro a pergamino húmero, que incluye boyado, fermentación y lavado. Luego, pasa a secado y trillado para obtener el café oro exportable.

Omar Hidalgo, presidente de la Acafesal, indicó que la propuesta es dirigida al ministro de Agricultura y Ganadería, Oretes Ortez, quien también funge como presidente del Consejo Salvadoreño del Café. La solicitud de la gremial es para regular el proceso a través de costos establecidos por las autoridades tras un análisis de cuánto se invierte en la producción total de cada quintal.

“Los que procesamos café sabemos que ese canon de transformación anda en menos de $20 (…), que estén cobrando $65 realmente es un robo que le hacen al caficultor”, indicó Hidalgo, quien también es hermano del viceministro del MAG, Hugo Flores.

 

Diferencia de precios

Marcelino Samayoa, gerente general de Abecafé, aseguró que no existe un canon de transformación, sino más bien un diferencial de precios entre el café oro que se exporta y el café uva que entregan los productores.

Aseguró que dicho diferencial trae consigo costos de transformación, rendimiento y clasificación, pues de las 500 libras de café uva que entregan los productores se obtienen cerca de 70 libras de café oro con características exportables.

“Por eso es la gran diferencia de precios, no es por el costo de transformación. Es por la diferencia de clases, porque salen café de primera, segunda y rezago de venta local, que tiene distintos precios”, manifestó Samayoa.

El presidente de la Acafesal aseguró que cerca de un 93 % de productores entregan el café en uva para este proceso y la mayoría deja en manos de los beneficiadores el trámite de exportación, a la espera de un precio internacional que cubra los gastos de producción.

Aseguró que si un quintal de café se vende a un precio promedio de $150, por el canon de transformación se descuentan $60 y el caficultor termina recibiendo $90, monto que cubre los costos de producción, siembra, traslado o personal.

Según Hidalgo, esta situación afecta a la mayor parte del sector, pues cerca del 78 % de los productores tiene hasta cinco manzanas, seguido de un 15 % que posee entre cinco y 25, mientras que un 7 % agrupa más de 25 manzanas.