El Gobierno salvadoreño prevé ahorrar hasta $709 millones por la reestructuración de la deuda previsional a un plazo de vencimiento de 30 años y ello equivaldría a una reducción en el gasto público del 1.1 % del Producto Interno Bruto (PIB), informó el ministro de Hacienda, Carlos Cáceres.

Luego de la reforma de pensiones y varios decretos transitorios aprobados el jueves, el Ejecutivo ya no tendría que pagar $709 millones en el servicio de deuda de los Certificados de Inversión Previsional (CIP). Las Administradoras de Fondos de Pensiones (AFP) están obligadas a adquirir estos instrumentos con los ahorros de sus cotizantes. Con la venta de los CIP, el Estado obtiene fondos para pagar las pensiones de la Unidad de Pensiones del Instituto Salvadoreño del Seguro Social (UPISSS), las del Instituto Nacional de Pensiones de los Empleados Públicos (INPEP) y otros beneficios previsionales.

“Si no hubiéramos hecho la reforma, hubiéramos tenido que pagar una deuda este año $709 millones, pero como hubo reforma, solamente vamos a adquirir nueva deuda para reforma de $395 millones. Estamos teniendo un ahorro de 1.1 % con relación al PIB”, indicó el funcionario durante la entrega del anteproyecto del Presupuesto General de la Nación de 2018.

Cáceres destacó que para el pago de intereses de la deuda previsional en 2018 se presupuestó $178 millones más otros $127 millones para abonar las Cuentas de Garantía Solidaria. Enfatizó que con la reforma previsional el Ejecutivo se ahorraría hasta $47 millones en 2018.