La inestabilidad política, el alto nivel de endeudamiento, la inflación (precios altos) y la pandemia son los principales obstáculos que la Asociación Nacional de la Empresa Privada (ANEP) ve para mantener el ritmo económico en 2022.
La gremial presentó ayer su informe económico de 2021, un documento en el que “reconocemos el esfuerzo que las empresas y las familias salvadoreñas realizaron para lograr recuperar la economía” de su peor contracción de los últimos 40 años debido a la pandemia del covid-19.
Tras las caídas abruptas de 2020, las exportaciones y las remesas han vuelto a los niveles de prepandemia y crecen a 33.4 % y 28.2 %, respectivamente. También se han recuperado más de 71,700 empleos formales y más 1,700 empresas han vuelto a cotizar al Instituto Salvadoreño del Seguro Social (ISSS).
“Hay que celebrar lo que estamos cosechando en términos de esfuerzo extraordinario”, señaló Leonor Selva, directora ejecutiva de la ANEP, pero advirtió que “la realidad pesa” y las decisiones tanto del sector privado como desde el Ejecutivo marcarán si el dinamismo económico se mantiene para 2022.
¿Qué les preocupa?
Una de las preocupaciones del sector privado es la incertidumbre por “una mala relación” con Estados Unidos, principal socio comercial de El Salvador, porque aleja a los nuevos inversionistas e inquieta, por otro lado, a los exportadores salvadoreños que se revise el Tratado de Libre Comercio de Centroamérica y República Dominicana (CAFTA-DR).
El sector privado también se enfrenta a una crisis mundial en la cadena logística, que deriva en un alza de precios de los insumos (más inflación) y retrasos en las entregas de materias primas. Waldo Jiménez, director de Asuntos Económicos de la ANEP, alertó que esta tendencia se mantendrá hasta 2023 e incluso la situación podría complicarse porque las navieras están formando un oligopolio.
“La cadena de suministro continuará afectando todo el flujo de comercio internacional. La falta de oportunidad que estaba antes sincronizada, que permitía que los insumos llegaran a los mercados, eso se ha perdido y no existe control porque no se sabe cuándo habrá brotes”, dijo Jiménez.
Se estima que el costo global promedio para un contenedor marítimo subió más del 660 % desde junio de 2019 a la fecha, al pasar de $1,457 a costar $10,361, según la CEPAL. |
La aversión al riesgo y el aumento de casos de ómicron, además de otras variantes de covid-19, mantienen en vilo a los mercados mundiales y el sector empresarial salvadoreño teme repercusiones si hay más restricciones para contener los contagios.
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En el informe, la ANEP también enfatizó que El Salvador despunta como el tercero de América Latina con más riesgo para invertir según el Indicador de Bonos Emergentes (EMBI), por la incertidumbre si el gobierno central podrá honrar sus compromisos ante su alto nivel de deuda y sin acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI).
Resultados en las variables clave de la economía salvadoreña
La economía avanza este 2021 en su mejor desempeño de la historia reciente tras su peor caída desde el conflicto armado por la pandemia.
- Exportaciones: el envío de mercancías creció 33.4 % a noviembre pasado y acumuló $6,062.3 millones. La ANEP prevé que se superen los $6,729 millones en 2021.
- Remesas: el flujo de remesas mantiene un crecimiento récord a noviembre y dejó $6,767 millones. La ANEP prevé que se superen los $7,200 millones.
- Impuestos: el Gobierno ha recibido más del 27 % en recaudación tributaria por un mayor dinamismo de las empresas y las familias debido a la inflación.
- Empleos: se han recuperado más de 1,700 patronos ante el ISSS, esto se traduce en un aumento de 6,929 de nuevos cotizantes, señaló la ANEP.