El crecimiento de la productividad en El Salvador está condicionado por la baja inversión en las personas trabajadoras a través de sus ingresos y recursos, aseguró ayer la Universidad Centroamericana José Simeón Cañas (UCA).

Un estudio elaborado por la institución, denominado “Análisis Socioeconómico de El Salvador (ASES) año 2017”, destacó que en el país la desigualdad en la distribución de los recursos provoca que los ingresos de la población salvadoreña sean insuficientes para asegurar las condiciones de vida dignas.

A este escenario se suma la precariedad laboral y la incapacidad del mercado de absorber la demanda. Esto deriva, según el estudio, en un bajo crecimiento de la productividad, que entre 1990 y 2006 solo creció 2.9 %. Este período no incluye los efectos de la crisis.

Mario Montesino, investigador y consultor de la UCA, detalló que la tasa de productividad se compone por un 65 % del conocimiento y maestría de la fuerza de trabajo, mientras que la capacidad del uso eficiencia de la tecnología ocupa un 35 %.

Para mejorar este situación, el Departamento de Economía de dicha institución propone redistribuir $2,000 millones de manera gradual en los próximos 10 años en inversión social por parte del Estados, y también que se aumente los salarios en dos veces el monto actual.

Con esta inversión se mejoraría la eficiencia económica y el bienestar de los miembros de la sociedad, aseguró el investigar, quien detalló que el excedente neto de las empresas se podría multiplicar por cuatro veces y llegar hasta los $47,328.4 millones. A su vez, generaría más tributos que ingresarían al Gobierno.

La institución enfatizó el país debe aumentar su inversión en investigación, desarrollo e innovación (conocidos como I+D), las cuales se podría centrar en ciencias sociales, médicas e ingeniería.