Por tercera ocasión, la Asociación Cafetalera de El Salvador (Acafesal) entregó una petición al presidente de la República, Nayib Bukele, para que ejecute un salvataje al sector que le permita salir de la crisis de bajos precios y producción contra un alto nivel de endeudamiento.

Incluso antes que Bukele asumiera como presidente, la Acafesal entregó su primera petición el 26 de marzo de 2019 y en junio de 2019 envió la segunda.

En tanto, este 8 de diciembre de 2020, envió una tercera petición alertando que el sector se encuentra al límite por las pérdidas que arrastra de los últimos años más las afectaciones tras el paso de los huracanes de Eta e Iota.

La carta contiene las mismas peticiones que la gremial le pidió al gobierno anterior en cuanto a reestructurar la deuda, crear una línea de créditos para la renovación y mantenimiento de las fincas, crear un instituto de innovación y transferencia de tecnología, normar el canon de transformación y dar un reconocimiento por su aporte ambiental.

Omar Flores, presidente de la Acafesal, reclamó que en las últimas tres décadas "todos los gobiernos nunca realizaron ninguna política y acciones para mejorar la caficultura de nuestro país", derivando así a que "en estos momentos son la causa de la crisis en que se encuentra".

El vocero de la gremial, con más de 100 años de creación, recordó que la producción de café en el ciclo 1992-1993 era superior a los 4.3 millones de quintales oro uva mientras que para la última cosecha de 2019-2020 quedó en 740,100 quintales, equivalente a una caída del 83 % en 30 años.

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En ese mismo período, la extensión de zonas cultivadas de café -consideradas el pulmón de El Salvador- disminuyó 36 % al pasar de 234,600 manzanas en el período 1992-1993 a 150,740 manzanas en la actualidad, es decir, que se perdieron 83,860 manzanas de fincas de café.
La importancia que el bosque cafetero tiene para la población salvadoreña es vital. Es en los bosques cafeteros en donde se da la captación de agua que se suministra a las diferentes poblaciones del país, contribuyen a la biodiversidad, fauna y flora de El Salvador.
Omar Flores
Presidente de la Acafesal

Los productores salvadoreños se han enfrentado en menos de una década a tres crisis: en el ciclo de 2012-2013 soportaron un severo brote de la roya que desmoronó la producción a más de la mitad, luego, aún sin recuperarse de la plaga, en 2017 comenzó la crisis de los bajos precios internacionales del café. En 2020, se desarrolló la pandemia del covid-19 que generó distorsiones de mercado en cuando a una menor demanda por la crisis económica.

Flores recordó que en 2019 diferentes gremiales del sector junto al Gobierno elaboraron la iniciativa Café Proyecto País que suponía una respuesta a las peticiones de los productores, pero a la fecha sigue sin ejecutarse e incluso en el anteproyecto del Presupuesto General de la Nación de 2021 no se incluyeron fondos de apoyo.

Con el anterior gobierno también se formó la Mesa del Café que concluyó en un acuerdo firmado en Casa Presidencial en 2017 entre productores, Gobierno y diputados para crear un fideicomiso de $300 millones destinados para la renovación del parque cafetero y reestructurar la deuda. Este plan tampoco avanzó.

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