El incremento al salario mínimo que entró en vigencia en enero de 2017, provocó que los productores dejaran de cultivar hasta el 10.7 % de las zonas de cosecha y eso redujo la producción en 2.8 millones de quintales respecto al ciclo de 2016, aseguró ayer Luis Alberto Treminio, presidente de Campo.

Las estadísticas de Campo indican que la producción de granos básicos del ciclo 2016/2017 fue de 26.2 millones de quintales, entre ellos 21 millones de maíz, 2.5 millones de sorgo, 1.8 millones de frijol y 752,000 de arroz.

Sin embargo, la cosecha de 2017/2018 dejó 23.4 millones de quintales, 2.8 millones menos respecto a los 26.2 millones del ciclo anterior. El presidente de Campo indicó que la caída se debió a una reducción en el área de siembra por el incremento al salario mínimo y una salida copiosa del invierno en 2018.

Según Campo, en el ciclo agrícola 2016/2017 la superficie de cultivo fue de 710,500 manzanas, la cual se redujo en 10.7 % comparada a las 641,265 manzanas del ciclo agrícola de 2017/2018.

La mayor reducción del área de cultivo se observó en la superficie para maíz, que pasó de 420,000 manzanas en el ejercicio 2016/2017 a 380,000 al cierre del ciclo 2017/2018. Como resultado, indicó, la producción de este grano disminuyó de 21 millones de quintales a 19 millones.

“La cantidad de maíz que se sembró en 2016 fue mayor a la cantidad que se sembró en 2017 (…) por la afectación al salario mínimo y (también) tuvimos menor producción por la salida del invierno que afectó al sorgo y frijol”, manifestó Treminio.