Comerciantes esperan mejores ventas por inicio de clases, pero advierten de alzas

La Calle Arce de San Salvador comienza a dejar atrás la venta de los “estrenos” y las decoraciones navideñas para dar paso al surtido para la comercialización de útiles escolares.

La zona, uno de los termómetros del comercio informal de la capital, tenía ayer varios puestos ya instalados, mientras que otros vendedores apenas estaban montándolos para ofrecer desde borradores, pasando por cuadernos y libros, hasta llegar a las mochilas con los personajes de moda.

Dolores Escobar atiende uno de los puestos en la zona del Mercado Hula-Hula. La comerciante dijo que el movimiento apenas empieza y que esperan que las ventas entren de lleno después del 15 de enero, fecha en la que se espera el primer pago de 2022.

“Esperamos que del 15 para allá se pueda vender más y que de poquito en poquito podamos meter las cosas que nos hacen falta”, dijo.

Todo ha subido, pero nosotros mantenemos los mismos precios. Vamos a ganar menos porque a cada cuaderno se le gana $0.04 o $0.05”. Dolores Escobar, vendedora en la Calle Arce

Los vendedores consultados por Diario El Mundo explicaron que tienen optimismo por la temporada, pero que también enfrentan aumentos en algunos productos como el plástico para forrar los cuadernos.



El negocio de venta de útiles escolares es descrito por ellos como de altos volúmenes, de poco tiempo, pero también de márgenes bajos, mientras que los vendedores saben que enfrentan una fuerte competencia en sus mismas cuadras.

Nátali López aprovechó la mañana del miércoles para salir a la calle -con lista de útiles en mano- en busca de ofertas escolares. Se quejó de que percibe los precios más altos que el año pasado.

El movimiento se ve bastante lento, no han venidos muchos a comprar con lista. Hay aumentos en plástico, cuadernos y libros”. Samanta Morataya, vendedora en la Calle Arce

“Está un poquito más carito porque estos pliegos de papel lustre valen $0.35 y antes costaban $0.25”, dijo la salvadoreña que buscaba útiles para una menor de seis años.

“Estoy buscando para una niña. El año pasado, en ella gasté como $100. Se gasta porque mientras más chiquitos están, más piden en las escuelas”, valoró.



Los precios de algunos productos subieron en los últimos meses debido a mayores costos de importación, mientras que los derivados del petróleo, como el plástico, están al alza desde el año pasado por un aumento del valor de esa y otras materias primas.

López era ayer de las pocas que estaban ya con sus listas en busca de los útiles, mientras que los vendedores, en varios casos, aún trabajan en surtir sus puestos.

 

Más movimiento.

Francisco Iraheta acomodaba ayer los productos en su puesto en la esquina del Edificio del Telégrafo. Su negocio es de hecho parte de los puestos que tradicionalmente anuncian el cambio de temporada de ventas en la zona, algo que hicieron el domingo luego de una pausa por las ventas del 31.

“Nosotros, la temporada, la comenzamos el 2 de enero y comenzamos a poner lo escolar, pero en comparación al año pasado se ve más movimiento de personas comprando, a pesar de que las clases todavía son semipresenciales”, explicó.

Destacó, por ejemplo, que el precio del plástico para forrar varía dependiendo de la calidad que el cliente quiere.

Dijo que el forro tradicional, que se usa con cinta scotch (adhesiva), cuesta $0.25 la yarda, pero también está el que ya tiene pega y funciona como una calcomanía que cuesta desde $0.75 la yarda.

Nosotros gracias a Dios mantenemos los mismos precios. El de 200 páginas se mantiene a dos por $1, el cuaderno número 1 a $1, el número 3 a $0.85.” Francisco Iraheta, vendedor en la Calle Arce

Algunos vendedores dicen que no harán incrementos. / G. Aquino

Iraheta sostuvo que no se puede dar un estimado del valor promedio de una lista de útiles escolares general, ya que esta depende de los grados lectivos y de los centros escolares que las solicitan. “Un centro educativo ‘equis’ da un listado para primer grado, pero otro lo cambia y puede incluir otros cuadernos o libros”, dijo el vendedor.

Sin embargo, en su caso, explicó que los útiles básicos para los estudiantes de primer grado -sin incluir bolsón- pueden costar unos $15.

Samanta Morataya, quien posee su puesto a varios metros del de Iraheta, cree que el ritmo de ventas todavía es lento y añadió que en su caso sí está adquiriendo producto más caro y que reportan aumentos específicamente en el plástico para forrar, cuadernos y libros.

Su puesto todavía se está surtiendo, pero entre cuadernos colores y borradores incluye productos de protección personal.

“Mascarillas, jabón antibacterial y alcohol en gel se incluyeron en las listas de útiles”, dijo, productos que se han vuelto de uso cotidiano para las familias y los centros escolares como una medida de protección para evitar contagios de covid-19.