Los datos preliminares del Consejo Salvadoreño del Café (CSC), actualizados al 31 de mayo pasado, revelan que la cosecha 2018-2019 lleva una producción de 943,070 quintales de café, equivalente a un crecimiento del 4 % frente al ciclo 2017-2018.
Hasta mayo, los reportes de los beneficios de café mostraban 37,645 quintales adicionales a los 905,425 quintales producidos al cierre de la cosecha 2018-2018. Aunque continúa el procesamiento de café, la entrega de los últimos informes “aumentará muy poco” la cifra preliminar del CSC, aseguró la Asociación Cafetalera de El Salvador (Acafesal).
Si bien el sector cafetalero observa en las últimas cuatro cosechas una tendencia creciente en la cantidad de quintales obtenidos por manzana cultivada, los caficultores aún no se recuperan de la crisis de la roya que ocurrió en el ciclo 2012-2013, cuando la producción se redujo en 59 %.
Esta leve recuperación ocurre, incluso, después de la entrega de 45.51 millones de plantas de café que distribuyó la anterior administración del Ministerio de Agricultura y Ganadería (MAG) entre junio de 2014 y mayo de 2018, con el fin de renovar 18,204 manzanas cuadradas del parque cafetero.
¿Qué pasó?
Omar Flores, presidente de la Acafesal, aseguró que si todas esas plantas se hubieran sembrado, la producción habría superado el millón de quintales.
No obstante, los productores no pudieron darle los cuidados necesarios a las plantas por la falta de financiamiento para trabajos de campo y en la mayoría terminó secándose.
“No se llega a esos niveles de producción por la crisis del caficultor, que no tenía la disponibilidad para darle mantenimiento a los cafetales. La sequía de 2018 vino a sumar”, explicó, porque puede darse un período prolongado sin lluvias pero si se aplica fertilización foliar la planta resiste a las altas temperaturas.
“No había recursos y no se hizo nada, todo es falta de recursos”, aseguró.
Además no “todas” las primeras plantas entregadas fueron las “más productores”, consideró Ricardo Esmahan, director ejecutivo de la Asociación Salvadoreña de Beneficiadores y Exportadores (Abecafé), quien no descartó que la falta de protocolo sobre cuáles variedades cultivar en determinados suelos también haya mermado el crecimiento en la producción.
“A eso hay que agregarle que el cambio climático es un hecho, eso ha tenido un impacto directo y ha causado problemas de plagas. Allí está porque no se logra obtener las producciones esperadas”, manifestó.
La generación de empleo en las fincas tampoco se recupera del ciclo 2012-2013, cuando las actividades de la cosecha requirieron 86,500 colaboradores. Esta suma es el doble de los 47,153 trabajos que reporta el CSC para el período 2018-2019. En esta cosecha cafetalera, la generación de empleo aumentó 1,882 colaboradores, un 4.1 %, frente a los 45,271 registrados en el ciclo 2017-2018.
Café se vende al precio más bajo de los últimos ocho años
El precio promedio del café en la Bolsa de Valores de Nueva York, cotizado a través del Contrato C, se ha colocado en $102.22 durante el ciclo 2018-2019, el nivel más bajo de los últimos ocho años. Los datos del CSC indican que en el caso de los productores salvadoreños, se logró comerciado a un mínimo de $131.10 por quintal.
En el ciclo 2011-2012, el precio promedio del quintal de café fue $194.02 y comenzó a bajar hasta llegar a $102.22 de este año. Así, en ocho años el valor sufrió una caída de $76.37 por quintal.
Las exportaciones cayeron 36.3 % en el quinto mes de 2019 y fueron 48,189 quintales inferiores al mismo período del ciclo 2017-2018, según el CSC. En mayo pasado, El Salvador exportó 84,521 quintales de café, frente a los 132,710 del mismo mes del anterior ciclo. Esto conllevó a que los ingresos por exportacions cafetaleras bajaran 39.6 %, al pasar de $20.36 millones del año pasado a $12.2 millones este año.