Los efectos de la crisis internacional del café se agudizan en El Salvador y comienzan a desacelerar el crecimiento de empleos en el sector cafetero, quien advirtió ayer que la próxima cosecha, el ciclo 2019-2020, podría verse afectada, pues varios productores ya dejaron de realizar trabajos de campo por la falta de solvencia financiera.

Debido a “las limitaciones económicas, producto de los bajos precios del café, no es posible mantener a los cafetales con todos los cuidados que se requieren”, manifestó este jueves Omar Flores, presidente de la Asociación Cafetalera de El Salvador (Acafesal), al tiempo que advirtió que esta situación “causa una depresión en el empleo y hace que los caficultores disminuyamos nuestras planillas para hacer lo mínimo que se pueda en las plantaciones de café”.

La caída en los precios internacionales comenzó a observarse en 2017, aunque la situación se agudizó en 2018 y se prevé que se mantenga en los próximo años como consecuencia del incremento de producción en Brasil y Vietnam, principales productores y exportadores de café a nivel mundial. Además estos países aventajan al contar con mano de obra más barata por la mecanización de sus cultivos, y de esa forma venden al mercado a un menor costo, indicó la Acafesal.

 

Un sector sin recuperarse

Las estadísticas del Consejo Salvadoreño del Café (CSC) revelan que si bien la generación de empleo en el sector crece, lo hace a un menor ritmo año con año. Hasta junio pasado, se crearon 47,351empleos, equivalente a 2,079 adicionales si se compara a los 45,271 del ciclo 2017-2018. Un crecimiento de 4.5 %.

La generación de empleo de este año es menor frente a los 2,991 empleos nuevos que se crearon en la cosecha 2017-2018, los mencionados 45,271 representaron un 7.07 % de crecimiento.

El CSC detalla que entre el ciclo 2015-2016 y 2016-2017 el sector cafetero contrató a 3,043 personas adicionales para las labores de campo, se pasó de 39,237 a 42,271.

Los empleos en el sector cayeron en la cosecha 2012-2013 por la crisis de la roya, en ese ciclo representaban 86,500 y para el período 2013-2014 llegaron a 35,001. Esto significó una caída de 51,499 y desde esta fecha los caficultores no se recuperan ni en generación de empleos ni en producción.

“La situación es profunda en el desempleo en el área rural. Si tomamos en cuenta que el café es de los cultivos que crea más empleo en todo el año, esto provoca más pobreza y delincuencia en el área rural, así como la pérdida de ingreso”, sumó Flores.

En anteriores ocasiones, la Asociación Salvadoreña de Beneficiadores y Exportadores (Abecafé) ha señalado que el ahogamiento financiero en los productores eleva el riesgo de una crisis humanitaria en el campo, pues una reducción en la oferta de empleo conlleva a un incremento de grupos criminales y migración.

Insisten en unidad regional

Asimismo, la Acafesal insistió en conformar un bloque de países productores entre Centroamérica y el Caribe para, en conjunto, establecer un diálogo con los compradores internacionales y buscar financiamiento que permita desarrollar la investigación, innovación y transferencia tecnológica.

“Existen fortalezas que hacen peso para negociar con compradores, Centroamérica produce el 25 % de los cafés arábigos suaves, imprescindibles para las mezclas de las grandes transnacionales tostadoras”, añadió.