La constante búsqueda de financiamiento interno y externo ha generado la degradación del perfil crediticio del país, y como consecuencia la baja en la calificación del riesgo país. En el futuro, esto “implicará enfrentar mayores costos financieros, siendo un factor de riesgo, debido a que el nivel de deuda pública del Sector Público Financiero, al incluir las pensiones, sobrepasó el 61 % del PIB en el 2016”, señaló la entidad.
Asimismo, el CMC reconoció que El Salvador ha reducido su déficit del Gobierno central, en los últimos cuatro años, al pasar de un 1.8 % al 0.4 % del PIB.
Para la institución, El Salvador continúa en una fase expansiva, pues ya acumuló ocho trimestres con un crecimiento potencial arriba del 2 %. Al cierre de 2016, el PIB alcanzó un desarrolló de 2.5 %.
Esto fue, según indicó el CMC, por una mayor capacidad de ahorro en los hogares al disponer de más recursos, gracias al aumento de los salarios, la baja inflación, el crecimiento de créditos y de las remesas, principalmente las enviadas desde Estados Unidos.