La cartera de deuda vencida total sumó $258.53 millones de 2013 al 31 de julio pasado. Este monto incluye $137.95 millones, correspondientes al saldo no cancelado y la mora acumulada, además del remanente por $70.5 millones del Fideicomiso Ambiental para la Conservación del Bosque Cafetalero (FICAFE).
La gremial también incluye $50 millones que los productores adeudan a instituciones no supervisadas por la Superintendencia del Sistema Financiero (SSF), cálculos elaborados a base de encuestas más el saldo del Fondo de Emergencia del Café (FEC).
La deuda vigente suma $184.9 millones y al incorporarse los $258.53 millones, los compromisos totales del sector acumulan $443.4 millones.
Omar Flores, presidente de Acafesal, explicó que la deuda comenzó a acumularse en 2013, cuando el sector se enfrentó a un severo brote del hongo de la roya y desplomó la productividad de los cafetales. Pasaron de generar 1.73 millones de quintales del ciclo 2012-2013 a 700,025 en el período 2013-2014, equivalente a una pérdida de 1.02 millones en tan solo un año.
Después de esta crisis, recalcó Flores, los caficultores no se han logrado recuperar y la deuda que los productores adquirieron para sus fincas no se saldó.
A finales de 2017, el sector se enfrenta a un nuevo desafío: comienzan a caer los precios internacionales del café y, lejos de atenuarse, la Organización Internacional del Café (OIC) prevé que la tendencia se mantenga por el exceso de oferta en el mercado.
A mediados del siglo XX, El Salvador fue el quinto productor mundial y el cuarto exportador con una cosecha de cinco millones de quintales. El Consejo Salvadoreño del Café (CSC) registra que en el ciclo 1989-1990, el sector exportó 3.02 millones de quintales por un valor de $244.1 millones; ahora el país envía al mercado internacional 657,928 quintales, equivales a $90.1 millones, según estadísticas de la institución a julio pasado.
¿Qué pide el sector?
“No pedimos condonación de deuda”, enfatizó Flores, sino facilidades financieras para cancelar los compromisos vencidos y en mora, que “los caficultores no podemos cancelar debido a la deprimente situación económica”.
El presidente de Acafesal solicitó al Gobierno se gestione con organismos internacionales o “países amigos” un contingente de $260 millones para reestructurar el saldo de deuda vencida.
Reestructurar la deuda del sector era uno de los dos compromisos de la Mesa del Café, una iniciativa conformada por el Ejecutivo, caficultores y diputados de ARENA y del FMLN, firmada en Casa Presidencial en abril de 2017, pero que hasta la fecha no muestra avances.
Incluso creó el Fideicomiso del Café para que administrara $300 millones, $150 millones para reestructurar la deuda y $150 millones para la renovación del café. Se avanzó en este último componente con una solicitud al Banco Centroamericano de Integración Económica (BCIE) para un préstamo por $86 millones, la Asamblea Legislativa suscribió el crédito en marzo de 2019; sin embargo, el Ejecutivo aún no presenta la carpeta técnica para su ratificación.