Casi la mitad de la población salvadoreña se encuentra en inseguridad alimentaria moderada o grave, una situación endurecida por los estragos de la pandemia del covid-19, señala el último “Panorama regional de la seguridad alimentaria y nutricional” elaborado por cinco agencias de Naciones Unidas.
Hay “un escenario sombrío para el futuro”, señala el informe publicado ayer, que destaca que la pandemia del covid-19 exacerbó el hambre, la inseguridad alimentaria y todas las formas de malnutrición en América Latina y el Caribe.
El informe señala que en la mayor parte de los países que conforman Mesoamérica -Centroamérica y México- más del 40 % de la población sufre inseguridad alimentaria moderada o grave, donde El Salvador despunta con un 47.1 %, Guatemala con 49.7 % y Honduras 45.6 %.
Estos tres países experimentaron “los mayores aumentos” en la inseguridad alimentaria, cuya prevalencia creció en más de cuatro puntos porcentuales, aunque solo El Salvador subió 5 % en los períodos 2014-2016 y 2018 y 2020.
Una persona padece inseguridad alimentaria cuando no tiene acceso regular a suficientes alimentos inocuos y nutritivos para su crecimiento y desarrollo. La ONU mide esta condición en una escala de fases que va de leve, moderada (insuficientes recursos para los alimentos) y grave (sin comida).
¿Un efecto pandemia?
En un solo año, las personas en condición de hambre en América Latina y el Caribe aumentaron 13.8 millones hasta alcanzar 59.7 millones, señala el informe. “Nos muestra una cruda realidad que debemos enfrentar de lleno para mitigar la situación de la población más vulnerable”, dijo Lola Castro, directora del Programa Mundial de Alimentos (PMA).
Si bien el hambre y la inseguridad alimentaria se agravó por la pandemia, Rossana Polastri, directora del Fondo Internacional de Desarrollo Agrícola (FIDA) para América Latina y el Caribe, reconoció que desde 2014 el número de personas en esta situación ha venido en aumento.
“Debemos decirlo fuerte y claro: América Latina y el Caribe enfrenta una situación crítica en términos de su seguridad alimentaria. Hubo un aumento de casi el 79 % en el número de personas con hambre entre 2014 y 2020”, agregó Julio Berdegué, representante regional de la FAO.
De esa manera, la inseguridad alimentaria afecta a 267 millones de personas en América Latina y el Caribe, 60 millones adicionales frente a 2019 (9 % de incremento). Esto significa que cuatro de cada 10 personas en la región tienen dificultades para una alimentación adecuada.
La inseguridad alimentaria no afecta por igual, pues el 41.8 % de las mujeres en la región latinoamericana se encuentra en esta situación, pero se reduce a 32.2 % en los hombres. |
Sube sobrepeso y obesidad.
Otra preocupación para las agencias de la ONU es que “se está perdiendo la batalla” contra la obesidad en América Latina y el Caribe, que afecta a 106 millones de personas.
La obesidad aumentó 8.2 puntos en Mesoamérica entre 2000 y 2016, pero hubo una mayor alza en el Caribe y 7.2 % en América del Sur. “Seguimos perdiendo la batalla contra todas las formas de malnutrición y estamos lejos de poder garantizar una nutrición saludable para toda la población”, señaló Carissa F Etienne, directora de la Organización Panamericana de la Salud (OPS).
El covid-19 ha empeorado una crisis de malnutrición preexistente. Con los servicios interrumpidos y los medios de vida devastados”.
Jean Gough
Director regional de UNICEF
El sobrepeso infantil también aumentó en los últimos 20 años y afecta a 3.9 millones de niños, el 7.5 % en menos de cinco años. La directora de la OPS abogó por transformar los sistemas agrícolas y alimentarios para brindar a la población dietas más saludables “si queremos acabar con el hambre y brindar bienestar”.