El 60 % del consumo de energía en las instituciones dependientes del Órgano Ejecutivo corresponde al uso de climatización y un 30 % por iluminación, revela un estudio del Consejo Salvadoreño de Energía (CNE).

“Hicimos una identificación del consumo de la energía en todas las instituciones públicas, y logramos identificar que más del 60 % en las instituciones públicas se consume en acondicionamiento de aire, aproximadamente un 30 % en alumbrado y el resto en pequeños equipos, indicó Luis Reyes, secretario del CNE, durante la rendición de cuentas de esta institución.

Al respecto, Mario Cáceres, director de Eficiencia Energética del CNE, detalló que el estudio caracterizó el consumo de energía en 7,250 instituciones del sector público, entre escuelas, unidades de salud, estaciones de policía, edificios de oficina u hospitales, de inmuebles propios y arrendados.

De acuerdo a Cáceres, del total de energía adquirida a nivel del sector público se tienen a las autónomas como las instituciones de mayor consumo, con un 43.5 %. De ese total, la Administración Nacional de Acueductos y Alcantarillados (ANDA) representa un 78.4 % y un 16 % corresponden a la Comisión Ejecutiva Portuaria Autónoma (CEPA).

Esto, explicó Cáceres, porque “tienen un funcionamiento específico” por la naturaleza del servicio que prestan a la sociedad salvadoreña.

El segundo lugar de mayor consumo es el Ministerio de Salud (Minsal), con un 11.26 %. Pero de este ramo dependen los hospitales públicos, unidades de salud y las oficinas administrativas. El restante se reparte con las demás carteras de Estado.

 

Características

El estudio del CNE encontró que el uso de energía en las oficinas estatales se concentra en climatización, seguido de iluminación, equipo de oficina y resto de equipo, entendiendo por esta última variable artículos varios, como secadoras de mano o cafeteras.

Al analizar las instituciones por destino de consumo, el CNE determinó que en 15 autónomas del Ejecutivo el 51% del consumo de energía es para climatización, un 25 % en la utilización de equipamiento, un 13 % de iluminación y el resto en equipo de oficina.

En este segmento no se incluyó a ANDA porque esta institución tiene sus propios planes de gestión energética, y además su carga de consumo recae en el sistema de bombeo y no en oficinas centrales.

“Este es un comportamiento indicativo del consumo de energía y no es el consumo de energía por año…Es un estudio de caracterización de cómo consumen energía los edificios y no cuánto consumen”, enfatizó Cáceres.

En el resto de carteras públicas no cambia dicho comportamiento. Por ejemplo, el consumo de energía en el Ministerio de Agricultura y Ganadería (MAG) es 46 % en climatización, mientras que en la Presidencia de la República el 53 % es iluminación, seguido de un 27 % en resto de equipo y un 16 % en aire acondicionado.

De acuerdo al CNE, a través de los Comités de Eficiencia Energética Institucionales (COEE’s), creados en 2012, en el último año se invirtió más de $1.2 millones en 79 proyectos. El 30.9 % de esa cantidad, equivalente a $386,957, fueron destinados para el cambio de aires acondicionados.

Además, un 21.2 % de esa inversión se utilizó para instalaciones eléctricas, 15.9 % en infraestructura, 16.4 % en cambio de otros equipos, un 8.6 % en iluminación y el restante 7.1 % en mantenimiento de equipo.

 

 

Interesados en comprar energía a México

En otro orden, el CNE se ha mostrado interesado en comprar energía directamente a México, tal como Guatemala lo hizo en el último año.

Detalló que realizarán estudios para verificar la posibilidad que la región centroamericana transe energía directamente con este país. De lograrse, consideró, se tendrán beneficios económicos, pues El Salvador compra energía a Guatemala, cuando éste a su vez adquiere del mercado mexicano.

Según el CNE, el 25 % de la inyección de energía acumulada en 2017 corresponde a importación, pero se mantiene la estabilidad en el mercado eléctrico por el aumento de generación en energía renovable.