El 95 % de las empresas de El Salvador resiente el paro de la economía. El dato se desprende de una nueva encuesta empresarial desarrollada por la Cámara de Comercio e Industria de El Salvador (Camarasal) que sigue de cerca la evolución del impacto de las medidas para contener a la pandemia del COVID-19.
Si bien desde los gremios empresariales se respalda la medida de mantener a la población en cuarentena domiciliar obligatoria (en vigor desde el 21 de marzo), crece la preocupación sobre la salud de la economía y de la posibilidad o no de salvar empleos si estas medidas se extienden más allá del límite de los negocios.
“Debemos cuidar la salud física, eso es lo primero, siempre lo hemos dicho, pero en paralelo debemos cuidar la salud económica, salvar al empleo. Eso es muy importante”, dijo Jorge Hasbún, presidente de la Camarasal.
De acuerdo con la gremial, al menos 350,000 empleos están en riesgo inminente por la caída de la actividad económica que ha puesto en un peor escenario a la micro, pequeña y mediana empresa (mipyme), sector responsable de la mitad del empleo formal del país (alrededor de 750,000).
En la primera encuesta de Camarasal (hecha entre el 17 y el 23 de marzo) un 85 % de los empresarios reportaba una baja de ingresos por ventas, pero en la más reciente (hecha entre el 1 y 5 de abril) destaca que la cifra se eleva al 95 %.
Federico Aguilar, director ejecutivo de la Cámara, dijo que es bastante claro el deterioro de la productividad de sectores como la mipyme en un período de apenas dos semanas. “Hay una disminución drástica”, valoró Aguilar que destacó que la encuesta revela también que si las medidas se extienden por tres o cuatro semanas más las organizaciones se verán obligadas a reducir operaciones (23 %), suspender operaciones (23 %), reducir personal (21 %), cerrar sucursales (9 %) o llegar a un cierre definitivo (5 %).
De hecho, el 40 % de los encuestados consignó que ya tiene una disminución del 100 % de sus ingresos.
Menos liquidez
Según el análisis de la Cámara, de no contar con paliativos las empresas se ven en riesgo de no cumplir con sus compromisos por lo que trabajan en coordinación con el Gobierno de un plan de fomento de la economía y de una reactivación gradual.
La encuesta revela que el 30.1 % de los encuestados podría dejar de pagar a los proveedores por problemas de liquidez, mientras que un 31 % adicional se ve en problemas para pagar salarios. “Es imposible cubrir todos los egresos sin ingresos”, dijo Hasbún
Aguilar, por su parte, sostuvo que la situación es compleja, debido a que estas dos posturas (suspender salarios y pago a proveedores) ya representan el 60 % de la muestra de más de 1,000 encuestados.
Los líderes gremiales hicieron eco de reportes hechos por entidades locales como el Banco Central de Reserva (BCR), el Banco Mundial (BM) o el banco inglés Barclays que cifran una contracción de la economía para 2020 en un rango entre el -2 % y -4.3%, cifras que superan el desplome del Producto Interno Bruto (PIB) en 2009, a causa de la crisis financiera internacional.
Hasbún añadió que en las reuniones con el Ejecutivo, donde cuentan con el enlace con el Ministerio de Trabajo, se encuentran analizado un un plan de reactivación de la economía, algo que remarcaron será gradual.
El presidente de Camarasal advierte que hay preocupaciones en temas como contratos en áreas clave de la economía como centros de llamadas y e industria textil. “Si no hacemos protocolos, si no le damos predictibilidad a los diferentes sectores muchos contratos se pueden ir a otro país y traerlos de regreso puede ser muy difícil. Hay que actuar rápido, hay que darle predictibilidad a los diferentes sectores por que si no será mucho más difícil salir adelante”, valoró.
Insistió que en el corto plazo es inminente concentrar los esfuerzos en el problema de salud, pero advierte que si no se trabaja en el mediano y largo plazo la debacle económica superará por mucho a la sanitaria.
Anticipó que en el caso de reactivar operaciones están evaluando junto al Ejecutivo los escenarios para, por ejemplo, identificar posibles contagios usando para ello la capacidad de las clínicas empresariales.
“Nos preocupa que 232 empresas que participaron e la encuesta ya estén considerando desde un cierre paulatino hasta el cierre definitivo de operaciones, recalcamos que queremos una población saludable, pero que pueda gozar de esa salud y bienestar teniendo también un trabajo digno”, sentenció.
La encuesta de la Camarasal también anticipa un complejo panorama para la reactivación. El 39 % de los encuestados considera que puede lograr una facturación a nivel precrisis e un período de tres a seis meses, mientras que el 29 % lo fija entre siete y nueve meses, contra un 31 % que vaticina que la recuperación tomará no menos de 10 meses.