Camacho visitó El Salvador y conversó con empresarios sobre fiscalidad internacional. Durante su estadía, explicó que, aunque el país suscribió dicho instrumento en junio de 2015, y al cierre de 2016 había sido suscrito por 108 jurisdicciones, la nación salvadoreña aún tiene grandes desafíos que resolver en materia fiscal para procurar un ambiente de cooperación mutua y el cumplimiento de obligaciones de seguridad social.
En esencia, la convención de la OCDE propone mecanismos para evitar la deslocalización de las rentas de un país a otra nación.
Según Camacho, para la OCDE que El Salvador no haya aún depositado ni ratificado la convención es “una resistencia pasiva” para el acceso a la inversión extranjera directa, el crédito internacional y la condición de jurisdicción cooperante, lo cual puede llegar a ser riesgo para el país.