El Banco Mundial (BM) revisó al alza su proyección de crecimiento económico para El Salvador y para este año prevé un avance de 2.8 %, en línea con el promedio de Centroamérica y resistiendo la desaceleración que sufriría América Latina.

Ayer, el organismo internacional presentó su informe “Sobre incertidumbre y cisnes negros, ¿cómo lidiar con riesgo en América Latina y el Caribe?”, en donde previó un crecimiento de sólo 0.6 % para Latinoamérica durante 2018, 1.1 puntos menos que el 1.7 % esperado en junio para el cierre de este año.

Aunque la perspectiva de crecimiento del BM también disminuyó en Centroamérica, pasando de 3.4 % a 2.8 % -afectada en parte por la crisis nicaragüense-, la proyección creció en 0.5 puntos para El Salvador, pasando de 2.3 a 2.8 %.

Esta es la segunda ocasión en que el BM ajusta al alza sus proyecciones del crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB) salvadoreño este año. La primera revisión fue en el informe “Perspectivas Económicas Mundiales”, donde vaticinó una mejora de 0.5 puntos en el desempeño de la economía, superando el 1.8 % planteado en enero.

Hasta ahora, la multilateral ha proyectado la cifra más ambiciosa para el comportamiento económico en El Salvador, incluso arriba de la previsión del Banco Central de Reserva (BCR), que calcula un crecimiento del 2.6 % del PIB.

El reporte destaca que algunos factores externos que siguen siendo relativamente beneficiosos para la región en general son el crecimiento robusto de Estados Unidos, un crecimiento más lento pero aún fuerte de China y una recuperación en los precios de las materias primas.

Sin embargo, aún hay riesgos financieros que están al día, como el alza en las tasas de interés, la reducción de los flujos de Inversión Extranjera Directa (IED) neta y la guerra comercial entre Estados Unidos y China, además de otros escenarios latentes que podrían impactar en esta “leve recuperación”.

En el caso de El Salvador, por ejemplo, fenómenos ambientales como las sequías, han mermado “de forma sistemática” el desempeño económico, apunta el informe. El BM destaca que, para reducir la exposición de este riesgo, ha colaborado con el Gobierno desde 2015 en la rehabilitación de sistemas de riego y reforestación de zonas rurales.



Gestión de riesgo

Según el reporte, las economías de Latinoamérica lograron, en su mayoría, apuntarse una recuperación frágil que “subraya la necesidad de redoblar los esfuerzos por desarrollar la capacidad de resiliencia y gestionar riesgos”.

Carlos Végh, economista jefe del BM para América Latina, afirmó que ahora más que nunca, es necesario “mejorar la comprensión y la gestión de los riesgos y otros impactos, desde turbulencias financieras hasta desastres naturales”.

“Teniendo en cuenta la incertidumbre existente en el panorama económico, es más importante que nunca construir resiliencia para afrontar el futuro con mayores garantías”, aseguró Jorge Familiar, vicepresidente del BM para América Latina.