Tras el severo golpe fiscal por la pandemia del nuevo coronavirus, El Salvador debe estabilizar y ordenar las finanzas públicas en los próximos cinco años según los acuerdos establecidos con los organismos multilaterales que están financiando al Gobierno central durante la pandemia.
El Ministerio de Hacienda asegura tener con organismos financieros $1,600 millones del primer paquete de deuda que le aprobó en marzo pasado la Asamblea Legislativa por $2,000 millones. Estos préstamos se negociaron “a cambio de garantizar la estabilidad macroeconómica y fiscal del país”, dijo Nelson Fuentes, titular de la institución, durante Diálogo con Ernesto López, de Canal 21.
El Salvador se enfrenta a una crisis sanitaria y económica. Los cálculos del Ministerio de Hacienda indican que el déficit fiscal alcanzaría el 8 % del Producto Interno Bruto (PIB); sin embargo, economistas y tanques de pensamiento advierten que, por la contracción de la actividad económica y el incremento del nivel de endeudamiento, el déficit podría pasar del 12 % mientras que la deuda rondaría el 90 % del PIB.
“La condición que tenemos con el Fondo Monetario es que El Salvador debe hacer sus esfuerzos para que la deuda pública disminuya, tener balances primarios positivos, y que lo haga en un período de cuatro a cinco años. Vamos a tener que hacer los esfuerzos para lograr eso”, sostuvo Fuentes.
El Fondo Monetario Internacional (FMI) recomienda a El Salvador aplicar un ajuste fiscal gradual en 3 % del PIB entre 2021 y 2024 para garantizar la sostenibilidad de las finanzas y cumplir la Ley de Responsabilidad Fiscal, de llevar a la deuda pública a un tendencia del 60 % del PIB en 2030.
Del paquete de préstamos, un tramo de $1,050 millones se encuentra en la Asamblea Legislativa y solo el crédito de $389 millones del FMI ha sido aprobado, el domingo pasado, en medio de la crisis generada por el paso de la tormenta tropical Amanda; el resto aún están en negociaciones con los diputados, quienes aseguran que los votos están sujetos a la presentación de informes de gastos.
Ingresos frente a egresos
Fuentes aseguró que con el préstamo del FMI en junio se “tiene garantía de que podemos salir con el gasto” ante la caída de ingresos por la paralización económica. El funcionario indicó que de enero a la fecha, el fisco recibió $3,600 millones pero los gastos alcanzaron $3,900 millones, es decir, que el Estado tiene un déficit de $300.
“Para junio vamos a priorizar gasto público. No podemos sostener el 100 % del gasto público, hay que priorizar aquellas instituciones que están en la emergencia nacional. Se hace en la medida en que los recursos son escasos”, indicó Fuentes.
Aunque el Ministerio de Hacienda no ha publicado el cierre de la recaudación tributaria para mayo, Fuentes advirtió que considerando que el 20 % de la economía estaba activa el mes pasado significaría que el fisco recibirá solo el 20 % de los impuestos proyectados. “Hay una imposibilidad material de cumplir las necesidades del presupuesto y la emergencia”, sumó.