Las modificaciones serán en infraestructura para uso del Fyduca y sistemas informáticos, explicó la DGA. / DEM
La unión aduanera del Triángulo Norte, un esfuerzo emprendido por Guatemala y Honduras al que recién se suma El Salvador, iniciará en el país un proceso de modernización de los puntos fronterizos y, según la Dirección General de Aduanas (DGA), el Gobierno necesitará al menos $60 millones para financiar estas remodelaciones.
El director de la DGA, Armando Flores, manifestó ayer en la entrevista El Salvador Ahora, del estatal Canal 10, que ya se cuenta con respaldo financiero para remodelar dos puestos fronterizos; pero cuatro fronteras más carecen de financiamiento.
Según explicó Flores, una parte de los fondos provendrá de Fomilenio II, convenio de cooperación firmado con la Corporación Reto del Milenio (MCC), que invertirá en la reconstrucción de las fronteras El Amatillo y Anguiatú, valorada cada una en unos $20 millones.
“En cada uno de los puestos la inversión promedio es de $20 millones. Si consideramos esa inversión, fácil podemos llegar a una inversión de $100 millones en todos los puestos fronterizos”, aseguró el funcionario. Esto dejaría un déficit de $60 millones para adecuar el resto de puntos.
Por su parte, la viceministra de Economía, Luz Estrella Rodríguez, aseguró que esta modernización consiste en adecuar y construir infraestructura para el uso de la Factura y Declaración Única Centroamericana (Fyduca), así como diseñar varios procesos. Para ello, los países pedirán el apoyo de la Alianza para la Prosperidad del Triángulo Norte, plan de apoyo de Estados Unidos para la región.
Más tiempo
El director de Aduanas manifestó que la unión aduanera traerá “un cambio radical” a las fronteras de El Salvador, no obstante, aseguró que éste “llevará un tiempo”, debido a que hay puestos fronterizos que tienen más de 75 años de haber sido construidos y operan actualmente “en condiciones de verdad difíciles”.
Flores lamentó que, aunque lo ideal sería que la unión aduanera cuente con estos nuevos puestos fronterizos, “esto no va a pasar”.
Para el funcionario es necesario continuar los esfuerzos de adherir el país a esta integración aduanal, y “tener el compromiso” de adecuar las fronteras luego de haber concretado la adhesión.“A mediano plazo, en dos o tres años, debemos tener todos los puestos fronterizos ya en el siglo XXI”, afirmó.
Al respecto, la viceministra de Economía aseguró que la incorporación del país estaría completa en junio de 2018, con la readecuación de los sistemas informáticos de los tres países.