En el país una sequía meteorológica ocurre cuando en el invierno deja de llover y se mide en diferentes intensidades. La primera es la débil, de cinco a 10 días consecutivos sin lluvias; luego la moderada cuando el período seco se proponga de 11 a 15 días; y se cataloga como fuerte o severa cuando sobrepasa los 16 días sin precipitaciones.
Los registros del MARN indican que El Salvador no solo sufrió una sequía severa en 2018, también experimentó dos períodos secos adicionales de categoría débil en agosto pasado.
La institución dio por terminada el 1 de agosto la sequía extrema que acumuló hasta 40 días, como consecuencia de un enfriamiento súbito del Atlántico Tropical Norte mientras que en el Pacífico se experimentó un incremento en la temperatura del agua.
Luego, el 10 de agosto, el MARN activó la condición de sequía débil al acumular seis días consecutivos sin lluvias en la zona marítima oriental y algunos segmentos de la costa de La Libertad. Este período inició el 5 y concluyó el 13 del mismo mes, con un promedio de nueve días sin lluvias.
Del 21 al 30 de agosto, según el MARN, hubo un nuevo período de sequía. En esta ocasión se centró en La Unión y fue hasta el 10 de septiembre que la institución cerró el ciclo de informes relacionados a la ausencia de lluvia.